Estimados amigos:

En este primer Observatorio del año hemos de echar la vista atrás y contemplar las evoluciones de diversas amenazas a la Nación Española. Entre ellas, la amenaza del terrorismo de ETA, con la complicidad objetiva de algunos miembros de las fuerzas de seguridad del estado. Nos referimos a las informaciones publicadas acerca de la trama del caso «El chivatazo a ETA» del bar Faisán, que son de tal gravedad que requieren inmediata explicacion de los responsables, por la colaboración de los policías con los terroristas. Tal delación constituye una grave traición a la Nación Española, la más grave de cuantas se han cometido en democracia a favor de una organización terrorista.

También cuestiones relativas a las reformas estatutarias han sido objeto de controversia en la actualidad de la Nación Española. Al siempre inminente fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, sobre el que se van acumulando todo tipo de rumores y suposiciones acerca de si se aceptará que Cataluña sea una Nación y por lo tanto una entidad soberana ya separada de España, se unen otras cuestiones delicadas. Tal es el caso de las restricciones al trasvase del Tajo-Segura que se recogen en el proyecto de Estatuto para Castilla La Mancha, que no sólo supondrán un perjuicio grave a regiones que son deficitarias en agua como Murcia o Valencia, sino que en la práctica suponen un socavamiento de la soberanía nacional al dejar en manos de determinadas autonomías las cuencas hidrográficas que son patrimonio de la Nación Española. Algo similar sucedió con la derogación por parte del gobierno socialista del Plan Hidrológico Nacional, y ponen en evidencia que una región o autonomía no puede apropiarse de los recursos que pertenecen a toda la Nación. Como bien señala nuestro ideario:

«España, pues, es una nación soberana y como tal, lo es en relación a todas sus partes interiores en las que se distribuye –que no divide– el poder soberano; unas partes que, a su vez, participan por igual de la soberanía española. No existe ningún otro poder (ni particular, ni general; ni exterior, ni interior) que esté por encima del poder soberano de la Nación, formada, precisamente, por la reunión de esas partes.

Así las distintas partes de España (regionales, municipales, personales) participan de la soberanía nacional española, no existiendo en el ejercicio del poder soberano ningún tipo de privilegio de alguna de las partes sobre las demás, del mismo modo que ninguna de las partes se ve disminuida frente a las demás en su participación de la soberanía nacional española (por ejemplo, para ningún ciudadano español se ve disminuida, o en el límite retirada, su participación en el ejercicio del poder soberano de España en razón de su origen regional o municipal).» (Santiago Abascal y Gustavo Bueno, En defensa de España. Razones para el patriotismo español, página 18.)

También ha aparecido en los medios el caso de la saharaui Aminatu Haidar, y su negativa a volver a Marruecos mediante protesta en forma de huelga de hambre. Resuelto el caso finalmente de forma favorable a las tesis marroquíes ante la inoperancia de las autoridades españolas, una situación en principio anecdótica pone de relieve la cuestión no resuelta del Sáhara español, que Marruecos desea anexionarse, y, sobre todo, nos recuerda que Marruecos es el único país que amenaza explícitamente la integridad territorial de España:

«Ligado en parte al plan islamista de «reconversión» de España al Islam, la política marroquí en el último medio siglo en relación, sobre todo, a Ceuta y Melilla, Canarias, y las llamadas plazas de soberanía española situadas en el norte de África (Peñón de Vélez, Alhucemas, Chafarinas, Perejil…), resulta una amenaza explícita, y en toda regla, para la soberanía española en relación a tales localidades (llamadas «presidios» por la prensa marroquí afín al régimen alauita) siendo realmente, Marruecos, la única nación extranjera que amenaza con la anexión de una parte del territorio nacional español» (Santiago Abascal y Gustavo Bueno, En defensa de España. Razones para el patriotismo español, páginas 183-184).

Ante estas situaciones caben plantearse las siguientes cuestiones:

¿Qué fórmulas articular para garantizar la soberanía nacional española en materias tan básicas como la gestión de los recursos de la nación?

¿Cómo afrontar las amenazas que plantea Marruecos a España, incluyendo también la gestión de la inmigración ilegal que proviene de esa nación?

Ciudades donde se va a celebrar este Observatorio: Santander, La Coruña, Oviedo, Caravaca (Murcia), Madrid, Valencia, Zaragoza, La Línea de la Concepción (Cádiz), Alcalá de Henares (Madrid), Majadahonda (Madrid), Collado Villalba (Madrid) y Sevilla.