En esta segunda parte quiero ahondar en la problemática española, pero las noticias a nivel europeo nos atropellan, así que antes de adentrarnos en el caso español volveremos al caso inglés; si aplaudíamos la ilegalización de Hizb Ut Tahrir, aquí expondremos un caso muy significativo, que podría indicar que se llega tarde.

Debido a la alta conflictividad por la guerra de Gaza, en una declaración a la BBC, de hace apenas una semana, Robin Simcox (alto Comisionado del Gobierno para asuntos antiterroristas)s indicaba que “durante los fines de semana, Londres es una no-go zone para judíos”. Teniendo en cuenta que en Londres viven la mayoría de los 300.000 judíos ingleses, esto nos da una idea del descontrol que vive la capital inglesa.

Las nuevas guerras en territorio europeo se librarán presionando, no de forma abierta y violenta, hasta lograr auténticos movimientos poblacionales y “limpiar” zonas, para entre otras cosas, lograr implantar subversivamente la sharía, por ejemplo. Eso explica políticas socialistas como la impulsada en Dinamarca, que no permiten que más de un 25% de un vecindario sean, por ejemplo, musulmanes (o de cualquier otra religión, etnia o grupo social). Lo que ha llevado incluso a demoler vecindarios completos.

He vivido largas temporadas en sociedades árabes (musulmanas y cristianas de Medio Oriente) y he aprendido in situ la máxima expuesta por Samuel Vázquez “no es lo mismo ser pacífico que inofensivo”. En el proceso de integración de estas comunidades es importante el principio de autoridad del Estado receptor, si no, estas mismas comunidades se autoorganizarán (al igual que una mafia suplanta al Estado cuando éste se convierte en fallido). Organizaciones islamistas o quintacolumnistas de otros Estados, intentarán por todos los medios, que el Estado receptor no aplique medidas de control/autoridad, para así poder parasitario a conveniencia.

Ejemplo de lo pernicioso que pueden ser políticas o políticos inofensivos (que no buscan, dolosamente o por imprudencia, pacificar) sería el inofensivo, inerme bambi Zapatero. Fue la primera figura internacional que dio el espaldarazo necesario a Erdogan (Alianza de las Civilizaciones) para ser aceptado por la comunidad internacional. Resultado de ello es que hoy en el Mediterráneo, más de 3 millones de personas han visto como sus derechos se retrotraen a la Edad Media (ver primera parte).

Respecto a nuestro país, la situación en Cataluña está desbordada (ya indicábamos que estudiantes de universidades italianas venían a localidades como Salt a estudiar sobre el terreno, el surgimiento y consolidación de sociedades salafistas en Europa). Si en la primera parte abordábamos la importante presencia de organizaciones islamistas internacionalistas, que han hecho de Cataluña su casa madre en España y la amplia presencia de Marruecos a través de agentes y el control de la mezquitas. Aquí abordaremos el peligroso papel de los dos principales organismos públicos catalanes; Generalidad y Ayuntamiento de Barcelona.

Si uno se preocupa por hablar con la población musulmana catalana, y no sólo los trata como un conglomerado de votos, entenderá que la mayoría no quiere veleidades como la independencia (principalmente porque el nouvingut quiere poder trabajar a lo largo y ancho de España, la comunidad marroquí es muy móvil a efectos de trabajo y residencia). En su día me sorprendió mucho, ver más banderas españolas dentro de las mezquitas catalanas que en sus calles.

Con estos antecedentes está claro que la Generalidad necesita del control que ejerce Marruecos sobre sus nacionales, para poder sumarlos al proyecto independentista (o por lo menos que no se rebelen contra el mismo). De esta manera se entienden las numerosas declaraciones institucionales (Generalidad y Ayuntamiento de Barcelona) en contra de Israel, pero brillan por su ausencia las críticas de estas mismas instituciones a Marruecos y su política expansionista en el Sáhara, ¿dónde están los derechos de los pueblos oprimidos?

El tufo es de tal calibre que no sorprenden los apoyos que tuvo en su día, el yihadista Mohamed Said Badaoui (por parte de ERC, JxC, CUP y Podemos) cuando iba a ser expulsado de España por decisión del Ministerio del Interior, debido a sus postulados radicales.

La Generalidad es consciente del control del gobierno de Marruecos sobre los aproximadamente 300.000 marroquíes que viven a día de hoy en Cataluña. Por todo ello colabora con Marruecos, desde acuerdos de trabajo en origen, educativos, etc. Así logra un control “gratuito” sobre una comunidad contraria a aventuras independentistas. El marroquí medio, el que ha venido a trabajar, sabe que ha dejado hambre y falta de libertades en su país de origen y que España es una tierra de oportunidades, por ello se opone frontalmente a los deseos de una burguesía que los quiere instrumentalizar.

Pero la Generalidad va más allá, últimamente hemos visto los deseos de la Generalidad de hacerse con el control de Inmigración. En principio este deseo (que era de las principales demandas, junto a la amnistía y el pacto fiscal) parece ridículo porque es una materia central, o sea que no pueden hacerse ni con los cupos de entrada ni con la expulsión de inmigrantes, pero sí con la concesión de tarjetas de trabajo y/o residencia.

La importancia de esta cesión del gobierno central es fundamental. En Barcelona varios imanes me comentaban la importancia dentro del Islam, de la figura de los المنافقون munafiqqin (hipócritas), aquellos que se hacen pasar por buenos musulmanes para obtener un beneficio. Pues bien, esta figura ha estado muy presente a lo largo de la historia del Islam, y en cada sociedad y tiempo se ha reflejado en alguna actitud generalizada dentro de la comunidad musulmana. Actualmente son aquellos inmigrantes que se acercan a la mezquita, y son asiduos a la misma, hasta que consiguen “los papeles”. Esto nos da una idea del control que puede ejercer la Generalidad, con tal competencia, a la hora de extorsionar a toda una comunidad, repito, no proclive a aventuras independentistas.

A nivel nacional, los problemas no se circunscriben sólo (como ya indicamos en la primera parte) a la financiación/control de las mezquitas e imanes en España, por terceros países u organizaciones islamistas transnacionales, sino que el desbarajuste (con graves repercusiones para la seguridad nacional) lo tenemos también en la CIE (Comisión Islámica de España).

La CIE, se crea en 1992 como organismo representante de la comunidad musulmana ante el Estado. Esta Comisión está compuesta por la FEERI (Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas) y la UCIDE (Unión de Comunidades Islámicas de España).

Pues bien, como desde hace tiempo la FEERI está parasitada por Marruecos, la manera de “equilibrar” la situación por parte del Estado, ha sido permitir que el elemento sirio controle la UCIDE. El resultado ha sido; por una lado la detención de dirigentes de la UCIDE por apoyar la yihad internacional y por otra parte, la corrupción generalizada en la FEERI (auténtica extorsión a los imanes dependientes).

De verdad tenemos que elegir siempre entre susto o muerte, entre lo malo y lo peor, cuando la solución es tan sencilla como; formar a los imanes en España, permitir que sólo reciban su salario desde España y que éstos (sin control/extorsión extranjera o de elementos islamistas) elijan sus órganos rectores que harán de intermediarios con el Estado. Repito, la solución es sencilla, hace falta voluntad política, que ya se está dando en muchos países europeos.

Ejemplos de resultados exitosos en España (en relación a las no-go zone) son los siguientes;

  • Ceuta a finales de la década de los 90 del siglo pasado, era un auténtico descontrol en cuanto a inseguridad ciudadana (no sólo los barrios marginales) y tráfico de drogas, salían pateras (no narcolanchas) a diario, a plena luz del día, cargadas de fardos de droga (a la vista) hacia la península. Pues bien, se eligió al partido político GIL (no vengo a hacer consideraciones políticas sino a exponer que cuando se quiere se puede), que incorporó a más de cien agentes de policía local en apenas un año (doblando su número, en una población de 70.000 habitantes), los dotó de recursos y de cobertura política y legal. Resultado de todo ello; en apenas un año (porque al año y medio fue desalojado el GIL mediante una moción de censura de; PP, PSOE y diputados musulmanes de Ceuta) se reestableció la seguridad ciudadana en toda la ciudad (incluida sus barriadas conflictivas) y se dieron durísimos golpes al tráfico de drogas, que acabó con un modus operandi (se sabían dueños de la ciudad) que afectaba a la seguridad y la tranquilidad de la misma.
  • En 2022, la ciudad de Ceuta se vio literalmente asaltada por una banda de “mocosos” armados, al más estilo “Ciudad de Dios”, algo increíble de ver y creer. Pues bien, el Jefe Superior de Policía Nacional en Ceuta, con determinación y voluntad, con presencia policial 24 horas en las zonas más conflictivas, armados y a la vista, sin rehuir el enfrentamiento dentro de lo que el ordenamiento jurídico permite, logró pacificar la zona. Resultado de esa exitosa Operación Plomo fue la detención de 82 personas (38 de las cuales ingresaron en prisión provisional) y el restablecimiento de la seguridad en las calles ceutíes.

Muchos musulmanes están por la integración, expondré aquí cuatro casos que me han llamado mucho la atención;

  • Directores de colegios católicos me han comentado que cada vez son más las familias musulmanas que mandan a sus hijos a estos colegios, con un programa católico de formación.
  • Scouts musulmanes catalanes, que prefieren hacer convivencias y jornadas de formación con scouts católicos madrileños, a “juntarse” con escoltes catalanes, que dejaron hace décadas de ser católicos y dónde la moralidad y formación del espíritu es nula (palabras textuales de un dirigente scout musulmán y un sacerdote scout, ambos catalanes)
  • La petición de muchas personas de las peores barriadas de Ceuta y Melilla para que abran Comisarías en las mismas, para dar seguridad y un futuro a sus hijos.
  • Durante la actual guerra de Ucrania fue muy interesante comprobar la gran aceptación que tenían los vídeos de fuerzas especiales chechenas entre la población joven musulmana española (muchos de ellos con gritos de allahukabar antes de entrar en combate o durante el mismo). Estos vídeos eran muy criticados por islamistas, diciendo que los chechenos sirven a Putin, un gobernante que se autoproclama defensor del Cristianismo. Estas críticas no surtieron efecto, y tales vídeos aumentaron su circulación entre dicha población joven, que se autoproclamada mayoritariamente musulmana (frente a los ataques islamistas).

Así se pudo constatar, en muchos de estos jóvenes, el deseo de integración a través del respeto de una figura reconocida por la sociedad (como lo puede ser un checheno de fuerzas especiales en la Rusia cristiana actual) aunque la autoridad gubernativa no sea musulmana.

Ejemplo patrio son las tropas regulares del Ejército español, dónde han servido tantos musulmanes y que tanta gloria ha dado a nuestro país. Todo ello se resume en lo que algunos llaman la épica del combate, un concepto bastante alejado del héroe del maletero, la república de los ocho segundos o vivir de la paguita.

Son ejemplos de interés de integración de una gran parte de la población musulmana española, que están secuestrados por el control social (a través de las mezquitas) de organizaciones islamistas y estados extranjeros, debido a la dejadez de las autoridades españolas (cuándo no, colaboración en la extorsión, como es el caso de las autoridades catalanas).

Las sociedades islámicas son muy permeables a la influencia de corrientes históricas, muchas veces marcadas por dinero y poder de estados foráneos; pondré como ejemplos;

  • En los años 70, son muchas las fotos de jóvenes musulmanas en la universidad de Adén (Yemen) sin ni siquiera el hiyab (pañuelo islámico). Hoy en día es imposible ver alguna mujer en dicha universidad (y fuera) sin burka (completamente tapada excepto los ojos). Este cambio se dio en apenas dos décadas, gracias al dinero e influencia saudí.
  • Nasser, padre del Egipto moderno, referente en todo el mundo árabe (incluso dio nombre a los partidos nasseristas de Egipto, Siria, Yemen, etc) ya en 1958 en un famoso discurso, puso en su sitio a los Hermanos Musulmanes, quienes le pedían que el hiyab fuese obligatorio, entre risas nombraba tarha (al hiyab) de manera despectiva. En estas fotos podemos ver, entre otras, la diferencia entre la Universidad egipcia de los 60 y la actual.
  • En nuestras calles españolas, se puede comprobar como el uso del hiyab se extiende. Las primeras generaciones de marroquíes en España apenas lo llevaban (rarísimo entre las jóvenes), extrañamente desde 2011 a 2020 ha gobernado Marruecos un partido islamista, y ya hemos explicado por activa y por pasiva los diferentes cauces de control e influencia que tiene el reino alauí sobre sus nacionales en España.

A modo de resumen diremos que la integración de las sociedades islámicas en España (y la principal es marroquí) pasa por;

  • Prohibición en España de organizaciones islamistas y de la financiación exterior de mezquitas e imanes.
  • Formación patria de los imanes.
  • Disolución/reestructuración de la CIE.

En la práctica es proteger a tantos y tantos musulmanes, que se quieren integrar, del control/extorsión de organizaciones islamistas o de estados extranjeros. Además de ello, estos musulmanes (los secularizados que quieren la integración) sufren el abandono de los partidos tradicionales españoles, ejemplo de ello son las críticas de Ada Colau al gobierno sirio, durante la guerra civil siria (gobierno izquierdista que se enfrentaba a islamistas/yihadistas) o las amistades peligrosas de Fátima Hamed. Ambas, importantes dirigentes de Podemos.

Este abandono de la izquierda española a sus correligionarios musulmanes (en un momento histórico crítico dentro del Islam, parecido al que vivió Europa en el siglo XVIII con la Ilustración) sólo se explica por servidumbre a unos intereses transnacionales que motivaron igualmente el abandono, de esta misma izquierda nacional, de los movimientos obreros patrios.

Iván Racaj Fernández

Analista de inteligencia y arabista