La Fundación DENAES, para la defensa de la Nación Española, tiene desde su origen la pretensión de recuperar e impulsar desde la sociedad civil el conocimiento y la reivindicación de la Nación Española; su realidad histórica, política, social y cultural.
La Fundación DENAES, para la defensa de la Nación Española, se constituye como punto de encuentro de cuantos españoles, hombres y mujeres de cualquier lugar de nuestra geografía, sin perjuicio de sus diferentes planteamientos ideológicos y de sus diversas y peculiares pertenencias o identidades regionales, quieran reivindicar su condición de españoles y su identificación con ese proyecto nacional, histórico, político y cultural de primer orden que se llama España.
España es una de las más importantes y antiguas naciones europeas, y así pues debemos rebelarnos contra el estado de ánimo del pensamiento dominante en algunas zonas geográficas y ambientes políticos que pretende sacrificar la enorme riqueza de este acervo común español por intereses espurios o a razones de oportunismo político.
La Fundación DENAES, para la defensa de la Nación Española, lleva en su seno el ánimo de aunar voluntades, liderar la sociedad civil en defensa de la Nación Española y fortalecer nuestras instituciones políticas y jurídicas comunes, así como reivindicar nuestros símbolos y lazos de unión.
Hoy, en España, el patriotismo está siendo sistemáticamente desacreditado por determinadas ideologías y grupos de interés. Constituye un hecho insólito en el concierto de las naciones civilizadas, casi una anormalidad política y social, el abandono y la práctica desaparición del patriotismo en España. Y todo ello a pesar de que se trata no sólo de un sentimiento natural y sano -sólo equiparable a un sentir tan noble como el del amor a la propia familia- sino de una práctica política absolutamente esencial para la pervivencia de cualquier sistema democrático basado en la soberanía nacional. Uno de los valores esenciales de las grandes naciones civilizadas es el patriotismo de sus ciudadanos, que se unen en torno a su profunda conciencia de pertenencia a un proyecto político e histórico común.
La identificación con España no es solo una cuestión emocional. El patriotismo es un proyecto político común en el que todos los españoles nos hemos de sentir integrados y del que hemos de sentirnos legítimamente orgullosos. El patriotismo garantiza que los españoles, vivan donde vivan, sean realmente iguales, que las libertades individuales estén garantizadas, que la integridad de la Nación no se cuestione y que el orden constitucional sea escrupulosamente respetado. El patriotismo de los ciudadanos garantiza la libertad en las naciones soberanas y es por eso un proyecto común de crecimiento y convivencia. En este sentido, el patriotismo comporta también una serie de exigencias: el valor de defender determinados planteamientos, aunque sean políticamente incorrectos; la honestidad en la acción política, la defensa de los intereses de España, la exigencia crítica hacia nuestra propia realidad.
La actitud patriótica se funda en la conciencia de pertenecer a una gran Nación, pero el patriotismo no puede ser completo ni sano sin el ánimo crítico para mejorar nuestra propia Nación.
Sin embargo, resultaría estéril fustigarnos con nuestras insuficiencias y defectos sin defendernos de sus causantes. Es necesario poner en evidencia la obsesión antiespañola promovida por los movimientos separatistas que sistemáticamente niegan y humillan a España como Nación o la reducen, para imbuir de provisionalidad a su existencia, a una estructura meramente jurídica; a un Estado, a una cáscara. Es esa una actitud de desprecio, cuando no de ignorancia, que no pretende más que la desaparición paulatina de la Nación española y la posterior desaparición del Estado al que la Nación Española otorga existencia.
El objetivo de tales grupos antiespañoles es que España deje de existir. Y eso se pretende lograr a través de múltiples estrategias: bien incumpliendo las leyes que emanan de la soberanía nacional española, bien atacando y ocultando los símbolos nacionales, bien cuestionando la igualdad de todos los españoles, bien silenciando a quienes discrepan de la estrategia dominante, o, simple y llanamente, persiguiendo y asesinando a quienes defienden la unidad de la Nación Española, la existencia de sus símbolos o la riqueza de su cultura común expresada a través de la lengua.
Como reacción a los ataques continuados y a los ilegítimos impulsos de aquellos que quieren destruir España, y con la intención de oponerse con firmeza a la indolencia de nuestros gobernantes y a las acciones disgregadoras de algunas elites políticas locales, expresadas hoy del modo más drástico y extremo en el Plan Ibarreche y en la aprobación en Cortes del nuevo Estatuto para Cataluña, tiene su razón de ser la Fundación DENAES, para la defensa de la Nación Española. La intención de este proyecto nacional y cívico es recuperar el proyecto nacional de España, reclamando -en una etapa en la que los caciquismos locales se han disfrazado de nacionalismo- su conveniencia histórica, su vocación de garantizar la libertad y la igualdad de todos los españoles.
Por tanto la Fundación DENAES, para la defensa de la Nación Española, asume como fin principal el articular una ofensiva, en todos los frentes legales, contra quienes han decidido socavar los cimientos de España poniendo a prueba la lealtad de todos los españoles.