Tras desplazar a Josu Ternera en la negociación con el Gobierno, el jefe de comandos de la banda quiere resultados pronto.
09-11-2006-El Semanal Digital
El terrorismo se ha convertido en un excelente hilo conductor de la actualidad desde que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se lanzó a negociar con la ETA, donde aparece hilvanado casi todo lo que ocurre. Nunca fue tan verdadero como ahora, a propósito de la trastienda de la cesión gubernamental ante la banda terrorista que pone al rojo el ambiente político.
Las revelaciones de este miércoles nos sirven abrumadores elementos de convicción a favor de las tesis de que el Ejecutivo del PSOE se salta a la torera todos los principios con tal de mantener vivo el «proceso-trampa». El diario ABC ventea que la cúpula de ETA, con el máximo responsable del aparato militar de la banda, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, al frente, se ha desplazado desde Francia hasta el norte de Italia, donde tiene previsto permanecer mientras dure la negociación con el Gobierno.
Según el relato del rotativo de Vocento, las fuerzas de seguridad italianas tienen órdenes de vigilar los movimientos de los terroristas, pero sin detenerlos salvo que les descubran cometiendo un delito. De esta forma, la dirección etarra «protege a sus miembros» y «mantiene capacidad de respuesta en caso de ruptura de los contactos». Es la fórmula con la que, al parecer, el gabinete de Romano Prodi ha decidido apoyar la estrategia de Zapatero. Y es que asesores monclovitas creen que a estas alturas un descabezamiento, aunque parcial, de la banda terrorista introduciría un elemento en el «proceso de paz» de imprevisibles consecuencias.
Esta cobertura ofrecida al alimón por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y su homólogo italiano, Romano Prodi, confirmaría, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Elsemanaldigital.com, que Txeroki se ha impuesto finalmente a José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, el que fuera más firme partidario dentro de la banda asesina del anuncio de un alto el fuego el pasado 22 de marzo, y cuyo interlocutor público en Batasuna con el PSE era el ahora también desaparecido en la trastienda Arnaldo Otegui.
Siempre según las mismas fuentes consultadas por este diario, a partir de este momento, Txeroki, con mando directo sobre los comandos, «tiene la sartén por el mango» y «ha situado al batasuno Joseba Permach como el hombre al frente de los contactos con los socialistas». Un agente de la lucha antiterrorista reconoce a Elsemanaldigital.com que «eso explica por qué el Gobierno ha dejado a la cúpula militar instalarse en Italia y ha dejado escapar una oportunidad de oro para descabezarla».
Esta fase abierta de negociación tendría como plazo «hasta finales de noviembre» para que Zapatero mueva ficha y asuma exigencias de Txeroki como la legalización de Batasuna o la puesta en marcha de la mesa de partidos. De lo contrario, volverán con lo suyo. Y todos sabemos, por una dolorosa experiencia de miles de acciones criminales, que lo suyo son los atentados terroristas: la goma dos y las pistolas.