A VUELTAS CON LOS CAMBIOS.
02-09-2006-El Semanal Digital
El presidente del Gobierno quiere realizar un acercamiento a los populares para el proyecto de reformar constitucional. En Génova lo ven lógico, y es que los Estatutos pesan, y mucho.
2 de septiembre de 2006. De nuevo, una cuestión de fe. El principio de confianza es invocado desde el Palacio de La Moncloa a Elsemanaldigital.com para sostener que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hará «en breve» un intento de lograr un pacto con el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en lo referente a las reformas constitucionales.
En 2004, el todavía aspirante a la presidencia del Gobierno propuso cuatro cambios fundamentales en la Carta Magna y, posteriormente, convirtió el asunto en la promesa estrella de su discurso de investidura. Una vez instalado en La Moncloa, Zapatero pidió un informe al Consejo de Estado acerca de cómo acometer la modificación. El órgano consultivo concluyó su denso trabajo en febrero pasado y su dictamen, para sorpresa del Ejecutivo, entusiasmó al PP y defraudó en el Palacio de La Moncloa. Pese a todo, José Luis Rodríguez Zapatero vendió que tras el verano «explorará» si «se dan condiciones suficientes» y la forma de llegar a un acuerdo con el principal partido de la oposición.
Por el momento, el PP sólo se muestra conforme con el último punto, que tiene por objeto eliminar la preeminencia masculina en la línea de sucesión de la Jefatura del Estado. El Gobierno no quiere limitar la reforma a ese único aspecto, pese a la urgencia de La Zarzuela tras el nacimiento de la Infanta Leonor. El modelo territorial, o mejor dicho, la idea misma de España, sigue siendo el principal motivo de divergencias. Pero donde ha saltado la liebre, dentro del Palacio de La Moncloa, ha sido en la intención del presidente popular, Mariano Rajoy, de presentar una verdadera reforma constitucional que evite a los españoles una crisis social y política como la que está viviendo el país, según ve las cosas el principal partido de la oposición.
En la sede de la gaviota azul ven lógico -tal y como adelantó este diario- plantear una reforma constitucional sobre la base de fijar las reglas del juego de una vez, y naturalmente, de impedir que, a través de los Estatutos, se vaya introduciendo la idea de que en España hay más de una nación. El PP la planteará desde este mes de septiembre como un proyecto de Estado e incluirá la idea en su próximo programa electoral.
Agosto se acaba y José Luis Rodríguez Zapatero parece decidido a intentar acercar de nuevo a su reforma de la Carta Magna a un cada día menos voluntarioso Mariano Rajoy. Mejor tomo la iniciativa, debe pensar el jefe del Ejecutivo sin dejar de mirar a las urnas.