Otegi y Eguiguren se han citado decenas de veces y nunca han interrumpido una comunicación supervisada por Moncloa.
20-01-2007-ABC
MADRID. El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, estaban reunidos la mañana del 30 de diciembre cuando tuvo lugar el brutal atentado de ETA en Barajas, según informaciones de la Cadena Ser que ayer no fueron desmentidas por los socialistas vascos. Fuentes cercanas a la Ejecutiva del PSE consultadas por ABC se limitaron a declinar hacer comentarios sobre este particular.
Según la Ser, el dirigente socialista y el proetarra tuvieron conocimiento de la explosión en la T-4 del aeropuerto madrileño mientras celebraban una reunión, y siguieron juntos los detalles de lo acaecido, según se iban conociendo. Se trataría, según estas informaciones, de un «contacto personal» para tratar de reabrir las vías de «diálogo» y sacar del «punto muerto» al «proceso», más que de un encuentro formal.
De hecho, a lo largo de los últimos años la relación entre ambos ha sido constante y fluida. Además de las reuniones en un caserío de Elgóibar en las que se habrían sentando las bases del «proceso» emprendido por el Gobierno de Zapatero, Otegi y Eguiguren se han citado decenas de veces y nunca han interrumpido una comunicación supervisada por Moncloa, que en todo este tiempo ha considerado al dirigente batasuno como un interlocutor fiable para sondear el «estado de ánimo» de la banda terrorista. Por ello cobra ahora especial significación la casualidad de que la ruptura de la tregua pillara desprevenidos (y juntos) al presidente del PSE y al cabecilla de la «izquierda abertzale».
Mesa de partidos
Ocho días antes, el 22 de diciembre, varios representantes de Batasuna, entre ellos el propio Otegi, se reunieron con dirigentes del PNV para pedirles que reanudaran los contactos a tres bandas con los socialistas para acercar posturas en torno a la «mesa de partidos» exigida por ETA. Estos contactos fueron suspendidos tras el robo de armas por la banda asesina en Francia. Había, por tanto, constancia de dificultades en la interlocución, pero en ningún caso «las partes» sospechaban una reacción tan virulenta e inmediata de los terroristas, como quedó claro en la triunfalista perspectiva trazada por Zapatero precisamente en la víspera del atentado.
Representantes de ETA y enviados del Gobierno habían celebrado además a mediados del mes de diciembre en un país centroeuropeo una reunión, revelada por el diario «El Correo», en la que se analizaron las graves dificultades por las que atravesaba el «proceso» aunque en ningún momento, los etarras anunciaron la ruptura, e incluso acordaron mantener un nuevo encuentro en este mes de enero.
El presidente del Gobierno anunció la apertura «oficial» de la interlocución con ETA a finales de junio, una vez que el Ejecutivo consideró «verificado» que se daban las condiciones establecidas por la resolución parlamentaria del 17 de mayo de 2005, a pesar de que en aquellos momentos estaba comprobada la persistencia de la extorsión a empresarios y de ataques de «kale borroka».
El día del atentado también pilló a la vicepresidenta De la Vega en Suiza, a donde se desplazó por una invitación personal.