Otra ocurrencia más para los nacionalistas gallegos y otra iniciativa que se cuela en el Parlamento autonómico.
ÉRIKA MONTAÑÉS
06-01-2007-ABC
SANTIAGO. En el día en que la magia de los tres de Oriente invade los corazones de mayores y adultos, en el hogar del Bloque Nacionalista Galego (BNG) sólo cabe una preocupación: por qué los videojuegos, los DVD de animación que le ha traído Melchor a sus vástagos, por qué la muñeca Violeta -la que ha hecho furor este año entre los operarios de Sus Majestades- que está peinando su pequeña frente al fuego tienen algo en común, ¡hablan castellano!
Otra ocurrencia más para los nacionalistas gallegos y otra iniciativa que se cuela en el Parlamento autonómico de manos del responsable de cuestiones lingüísticas en la formación, Bieito Lobeira. Ahora lo que quiere el BNG es que desde la Secretaría de Política Lingüística de la Xunta se fomente la fabricación de muñecas que hablen gallego y se tomen todas las medidas que sean oportunas para la «galleguización»de los juguetes y los regalos dirigidos a los más pequeños.
Desarrollo educativo
Justifica la petición Lobeira apelando al sentido del desarrollo educativo que los obsequios tienen entre los pequeños, y que se debe incurrir en la «normalización» de la lengua vernácula desde la más tierna infancia, porque ahora mismo -radiografía del BNG- los menores gallegos, «sobre todo en las ciudades, viven en contextos en los que el idioma autóctono está prácticamente excluido y los únicos transmisores que tienen son sus abuelos».
Pero lo cierto es que hay quienes ven en esta propuesta una maniobra más del BNG para desacreditar la labor de una Secretaría que fue motivo de fricción en el pacto de cohabitación de BNG y PSOE en el Ejecutivo autónomo (verano de 2005) y que, muy a pesar de los nacionalistas, fue a parar a manos de la socialista Marisol López y ni siquiera se adscribió a la Consejería de Cultura (BNG), como correspondía, sino a la propia Presidencia de Touriño.
En todo caso, con éste van ya cuatro «booms» en poco tiempo, con los que el BNG quizá haya conseguido más «bombo» mediático que con su gestión de los incendios del «agosto negro» o su posterior carpetazo a la Comisión de Estudio de los mismos.
Primero, fue el cambio del «huso horario». Porque la latitud y los meridianos imponen una hora menos en Galicia, y no importan demasiado las cuestiones de déficit energético, posibles pérdidas económicas o la homologación con el resto de la Península. El BNG quería nuevos relojes y costumbres para su «Nazón» gallega. Poco antes, el propio Lobeira había sorprendido con su iniciativa para que todas las lápidas de los enterrados en Galicia contuviesen las inscripciones en la lengua de Rosalía de Castro. Del responso religioso, afortunadamente, no dijo «misa». Aunque… tiempo al tiempo.
También los nombres
Esta semana, el BNG ha presentado una proposición no de ley instando a todos los cargos públicos y nombres de relevancia del mundo del deporte, el cine, la economía o la religión a «galleguizar» sus nombres y apellidos y no dejarse sacudir por la «barbarie españolizadora» que acecha sus homónimos. Culpaba a la Iglesia y al «devenir histórico» de la situación que atravesaban las denominaciones en gallego.
Que nadie torpedee los «espacios para la normalización lingüística de los más pequeños» es lo que se propone con la última el BNG que conseguirá, a buen seguro, nuevos minutos en todos los informativos. Por si alguien osa criticar la medida, el BNG advierte que en Cataluña ya existen juguetes con mensajes grabados en catalán, así que por qué no copiar el modelo catalán de juguetería, como ya se pretende con el «Estatut» para reformar la Carta autonómica de 1981. Vamos, que si allí tienen un «cagané», en Galicia las etiquetas de los juguetes no pondrán «made in China», sino «feito na terruña». Y «fala galego», por supuesto.