Y es justamente este carácter secesionista de sus objetivos programáticos (un secesionismo que, adviértase, ni siquiera se molestan en esconder sus promotores) lo que debería constituir una razón más que suficiente para su ilegalización. Es decir: desde DENAES no consideramos que la plataforma recien presentada sea en modo alguno «anti-democrática» (puesto que, según lo expuesto, es obvio que no lo es) pero sí, y esto resulta esencial, «anti-española». Y ello debería bastar para que el gobierno emprendiera el proceso de su ilegalización.
Bajo el rocambolesco nombre de «Demokrazia 3 Milloi» («Democracia 3 Millones»), y de cara a situarse en posición de salida ante las inminentes elecciones autonómicas en el País Vasco, acaba de presentarse ante la luz pública una nueva «plataforma electoral» compuesta, según parece, por varios individuos bien conocidos por su pertenencia a organizaciones políticas cercanas a la banda terrorista ETA y sus múltiples brazos políticos. El objetivo inmediato de semejante agrupación no sería otro que colocar en el Parlamento Vasco unos cuantos representantes de la organización asesina española ETA en sustitución de los actuales diputados del Partido Comunista de las Tierras Vascas dada la previsible ilegalización de esta última formación política secesionista debido a la nitidez de sus nexos con el entramado terrorista vasco.
De hecho, el propio nombre de la nueva agrupación de electores «de izquierdas y abertzales» hace alusión a la población combinada («3 millones») con las que, según el cálculo que estos sujetos parecen haber realizado, contarían los «siete territorios» de la Euskal Herria mítica que ellos mismos se permiten reivindicar, una entidad política enteramente fantasmagórica que resulta, como es bien conocido, de la unión delirante entre las tres provincias vascas, Navarra y varios territorios del departamento francés de los Pirineos Atlánticos pasando, naturalmente, por encima de las fronteras nacionales que separan Francia y España
Y es que, en efecto, este es el objetivo programático que da sentido al nombre mismo de la nueva plataforma electoral: la reivindicación, necesariamente secesionista respecto a España (y también respecto a Francia) de una «democracia» propia para los «tres millones» de individuos «vascos» (sean estos ciudadanos españoles o franceses) que habitan en esa conjunción arbitraria de territorios siendo así que, se supone, la construcción de esta nueva democracia pasaría irremediablemente por la consumación de la separación –por medio , eso sí, de consulta asimismo democrática– de tales territorios respecto de las Naciones políticas en las que de momento ellos se insertan y, precisamente, de ahí el sentido secesionista que atribuímos a los objetivos de D3M.
Y es justamente este carácter secesionista de sus objetivos programáticos (un secesionismo que, adviértase, ni siquiera se molestan en esconder sus promotores) lo que debería constituir una razón más que suficiente para su ilegalización. Es decir: desde DENAES no consideramos que la plataforma recien presentada sea en modo alguno «anti-democrática» (puesto que, según lo expuesto, es obvio que no lo es) pero sí, y esto resulta esencial, «anti-española». Y ello debería bastar para que el gobierno emprendiera el proceso de su ilegalización.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA