Justo al inicio de un nuevo curso, renovamos hoy también nuestro ánimo y compromiso en defensa de la Nación española…


700GP015UR_5B1_5D.jpgJusto al inicio de un nuevo curso, renovamos hoy también nuestro ánimo y compromiso en defensa de la Nación española. Y lo hacemos convencidos de la necesidad, cada vez más perentoria, de sacudir la conciencia adormecida de tantos y tantos españoles que parecen resignarse a contemplar impávidos la peligrosa ocultación -cuando no la negación directa- de nuestra historia, de nuestra común Patria, de nuestras libertades ganadas a pulso durante siglos de lucha y común esfuerzo. Un esfuerzo a cuya altura, según nuestro entender, no se sitúa ni el actual Gobierno de España -expresión tan rentable últimamente como vacía de contenido- ni, lo que quizás es más grave, algunos partidos políticos donde los ciudadanos resistentes al chantaje y la tiranía nacionalistas habíamos albergado aún cierta esperanza. En su mano está, desde luego, no acabar de defraudarnos. Pero en las nuestras reside, no lo olvidemos, la obligación de recordárselo.

Adivinamos, no obstante, tras esta llamada a la unidad y al patriotismo una palabra que da nuevo sentido a partir de hoy mismo a la labor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española: crisis no sólo económica sino también moral, institucional, nacional… Y es que no hay duda de que este nuevo curso político estará marcado por la agudización de un problema, el económico, que afectará no sólo a las familias, hiriendo de muerte a un modelo de bienestar hasta ahora inmune, sino también a un modelo de financiación -el autonómico- igual de intocable para perjuicio de aquellos españoles, la mayoría, que no comulgamos con fantasías secesionistas, prácticas caciquiles y la felonía de quienes amparan estas prácticas desde el miedo a las bombas, la retórica huera o los despachos ministeriales. A la relación de esta profunda crisis que ya pica a las puertas con el patriotismo, la españolidad sin complejos y el resto de valores que promovemos; a esta conjunción, por qué no, beneficiosa en último término para una nueva toma de conciencia nacional frente a la desigualdad, la injusticia y la imposición nacionalista-secesionista, la Fundación DENAES estará bien atenta desde el comienzo de este nuevo y decisivo curso.

FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA