
Nuestro Presidente ha vuelto a aprovechar la ocasión para convencernos de su bondad como gobernante. Esta vez, ofreciendo los consejos pertinentes acerca del modo en que los “profesionales de la información” deben tratar el problema de la crisis económica, que ha calificado de “material altamente sensible”. Y ello, ante profesionales del asunto.
Suponemos que los presentes en el acto de la Sociedad Interamericana de Prensa celebrado ayer, recibirían los consejos del gurú de la comunicación, pues no otra cosa sino esa virtud le ha debido llevar al cargo que ostenta, con la misma devoción con la que le podemos escuchar el resto de españoles. Y precisamente de eso queremos hablar, o sea, del modo en que los españoles podemos recibir semejantes consejos a título de terceros.
Porque, afortunadamente, la información se difunde, y lo que parecían las directrices del gobernante ante un equipo de su ministerio, aparecen ante la opinión pública sin que se oculte el tratamiento de “minoría de edad” que nuestro autonombrado tutor Zapatero nos dispensa a los españoles. ¿Acaso Zapatero se anticipa a blindar las críticas que su mala gestión pueda acarrearle? ¿O es que considera que también será falta de patriotismo el que a los españoles se nos facilite la información sin “maquillar”? No nos cabe la menor duda de que ambas preguntas tienen una respuesta positiva.
Hay que reparar en que su principal argumento para responder a la oposición del Partido Popular cuando la simple mención de la palabra “crisis” estaba prohibida, ahora parece lanzarla, no ya contra Rajoy, sino al conjunto de la prensa.
En efecto, ya aceptada la crisis económica, se debe tratar de no excitar los ánimos fácilmente alterables del pueblo ignorante; a eso, nuestro Presidente, con su conocida habilidad para el envoltorio, le ha llamado “esfuerzo de país”.
Desde la Fundación DENAES querríamos tan sólo responder por la madurez política que un gobernante debiera suponer en su electorado. Y ya que la defensa de la Nación española es nuestro objetivo, en este caso, nuestra defensa consiste en diagnosticar como impropia de un gobernante democrático esa tutela innecesaria con la que nuestro Presidente cree que debe cuidarnos.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA