El asesinato del militar Luis Conde de la Cruz a manos de ETA, ha relegado a un segundo plano el asunto que ocupó la semana pasada las portadas de los periódicos. Nos referimos a la “filtración” que desde un fax del Ministerio de Fomento habría propiciado la difusión pública por parte de El País del video del accidente aéreo de Barajas, cuya trascendencia va mucho más lejos de los daños morales que los deudos de los fallecidos han, sin duda, sufrido.
Unas “filtraciones” que, siempre en la misma dirección desde que gobierna el PSOE, no son un caso aislado. Al lector le vendrá de inmediato a la memoria otra “filtración”que ni el tiempo transcurrido ni el silencio arrojado sobre la misma desde determinados medios de comunicación afines al autoproclamado “gobierno de izquierdas”, pueden hacer olvidar por su enorme gravedad. Nos estamos refiriendo, claro, al famoso chivatazo que se “filtró” desde el teléfono de Fernando Mariscal, jefe de Seguridad del PSOE, al terminal del etarra Elosua, para alertar de la inminente operación contra la trama económica de ETA dirigida por Grande-Marlaska. Una llamada que conllevaría la detención de algunos de los miembros más destacados de la banda terrorista surgida de una facción del PNV. Todo ello formaba parte de las nefandas negociaciones que el Gobierno mantuvo con la banda terrorista y antiespañola, por aquel tiempo en que la “huelga de hambre” del criminal Ignacio De Juana, compungía el rostro de todo un Ministro del Interior. Cuando, en definitiva, el Gobierno de la Nación comprometía la soberanía de la misma apelando a los poderes mágicos del diálogo.
Desde la Fundación DENAES, como no podría ser de otro modo, deseamos que los “filtradores” sean juzgados con un rigor acorde con la gravedad de sus actos. No obstante nos permitiremos reflexionar en torno a estos “filtrados” selectivos de los que somos testigos. Porque puestos a aceptar lo ineludible de dichas “filtraciones”, desearíamos que éstas se produjeran en otras direcciones.
Sería de gran interés asistir a la pérdida de estanqueidad de las instituciones políticas en lo concerniente a diversos asuntos que atañen al conjunto de la ciudadanía española. Por poner varios ejemplos, sería magnífico que se “filtraran” las actas de aquellas turbias negociaciones entre Gobierno y ETA. Asimismo, nos encantaría que se “filtrara” el contenido de las reuniones que nuestro Gobierno mantiene, con una discreción auspiciada por los arcana imperii, con secesionistas neofeudales cuyos objetivos coinciden plenamente con los de los asesinos de nuestro compatriota Luis Conde de la Cruz, a quien desde estas líneas rendimos nuestro más sentido homenaje.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA