Nos hallamos ante un posible caso de traición a la nación, nada menos.


etaltofuego220306.jpgLas revelaciones periodísticas de los últimos días sobre los contactos entre el Partido Socialista y la cúpula de ETA exigen una aclaración satisfactoria por parte del Gobierno. Nos hallamos ante un posible caso de traición a la nación, nada menos. No es de recibo que el partido de Zapatero estuviera, con una mano, defendiendo el pacto por las libertades y contra el terrorismo y, con la otra, buscando una interlocución directa con los propios terroristas. El hecho de que el PSOE se hallara en aquel momento en la oposición no atenúa las cosas, sino que las agrava: significaría que el partido de la oposición estaba conspirando con el principal enemigo de España y contra un ejecutivo, el de Aznar, que era el Gobierno legítimo de la nación. El actual ejecutivo de Zapatero, no menos legítimo que el anterior, queda gravemente lastrado. La estrategia de silencio o desdén con la que el PSOE ha respondido a las denuncias periodísticas es un tremendo error: las pruebas son tan contundentes que no admiten el menosprecio. Los españoles, como bien sabemos, no merecemos un Gobierno que nos mienta.