Estimados amigos:

Este Observatorio previo al período estival ha de comenzar necesariamente con el último y terrible atentado de la banda terrorista ETA. El asesinato del inspector de la Policía Nacional Pedro Antonio Puelles, mediante una bomba lapa pegada al suelo de su automóvil, nos devuelve a los peores años de crímenes contra España de la banda terrorista, en los que ese método era muy habitual. El inspector Puelles era un objetivo inequívoco, pues se trataba de un experto en la lucha antiterrorista, y vuelve a dejar en evidencia a quienes afirmaban la debilidad del terrorismo nacionalista vasco. Justo una semana antes del crimen, pudimos conocer por testimonio de un portavoz de la policía autónoma vasca que el PNV les obligaba a no perseguir a la ETA, gravísima complicidad con los terroristas que se espera que el actual gobierno vasco pueda atajar.

Además, apenas unos días antes del terrible crimen pudimos comprobar cómo en un canal adicto al gobierno socialista de España, la Sexta, se realizaba una entrevista a Arnaldo Otegui, en clara complicidad con el terrorismo etarra, responsable de tantos crímenes de sangre contra España y sus ciudadanos, que desde luego no fueron contenido de la entrevista, al hacer propaganda de uno de sus más conocidos representantes políticos, otrora conocido como «hombre de paz» mientras se producía la negociación con ETA.

No se debe olvidar que aún sigue vigente la resolución del Congreso que autorizaba al gobierno socialista de España a negociar con ETA, y que la mal denominada «izquierda aberchale» sigue disponiendo de ayuntamientos de los que extrae los fondos para seguir financiando el terrorismo. Es fundamental que el gobierno de la Nación comience por frenar esas vías de financiación y demuestre a los ciudadanos que jamás volverá a producirse una negociación con ETA.

Anteriormente, más cuestiones relativas a las amenazas formales y materiales que sufre nuestra Nación se hicieron patentes con las elecciones al Parlamento Europeo. Varias candidaturas secesionistas concurrieron, entre ellas la de Iniciativa Internacionalista, cuya lista estaba comandada por el conocido proetarra Alfonso Sastre, que tras el atentado se permitió el lujo de amenazar por escrito con más crímenes si no se negociaba con los terroristas vascos. Por otro lado, los partidos extravagantes ERC, Aralar, EA y otros grupos secesionistas periféricos se presentaron en coalición a las elecciones del 7 de junio, quizás anticipando que, una vez se hayan separado de España, se unirán en hermandad en la «Europa de los Pueblos».

Por contra, durante este último mes hemos de destacar un acontecimiento muy positivo: la manifestación que el Círculo Balear convocó el 30 de mayo en Palma de Mallorca para protestar contra la imposición del catalán en las Islas Baleares, que resultó un éxito tanto a nivel de asistencia como de reacción frente a la amenaza secesionista que en Baleares, al contrario de lugares como Cataluña o País Vasco, es ínfima, lo que convierte en un absurdo cada vez mayor la imposición del catalán por parte de un partido nacional como es el PSOE. La trascendencia e importancia del acto de protesta, pese al manto de silencio y censura que sufrió en la mayoría de grandes medios, demuestra que hay que incidir en el mismo sentido, algo que el propio Círculo Balear prosigue al repetir convocatoria en Mahón, Menorca, el pasado 18 de junio.

Sin embargo, en otros lugares de España no cesa la imposición lingüística sin que la situación se defina favorablemente por la lengua común de España. Así, en Galicia, las promesas electorales de su ahora presidente, Alberto Núñez Feijoo, toman un trasfondo muy tibio, y lo que es peor, quienes como la plataforma cívica, Galicia Bilingüe, habían defendido la situación del español en Galicia, sufren en plena indefensión agresiones por parte de sectores radicalizados del nacionalismo gallego, que quedan impunes. Es el caso de la presidenta de la plataforma, Gloria Lago, quien recientemente sufrió amenazas por medio de pintadas en su coche, así como insultos en su casa y lugar de trabajo.

Por otro lado, las noticias llegadas desde Cataluña son nuevamente desoladoras: el Consejo Consultivo catalán avala la inmersión lingüística e impide desarrollar la tercera hora de español en la enseñanza primaria en Cataluña. Todo ello en España y en el siglo XXI.

Ante esta situación cabe plantearse las siguientes cuestiones:

¿Cómo lograr que la resolución en favor de la negociación con ETA deje de estar vigente y una unidad de los partidos políticos frente a la banda terrorista que supere la mera escenificación del momento?

¿Qué medios pueden articularse para evitar que candidaturas claramente antiespañolas y partidarias del terrorismo, como Iniciativa Internacionalista, se presenten a comicios de todo tipo, tanto europeos como nacionales?

¿Las manifestaciones de Baleares y Mahón, un importante éxito en la resistencia contra la imposición lingüística, podrían ser el fruto de nuevas movilizaciones en otros feudos del nacionalismo? En caso de poderse producir, ¿qué modos de protesta complementarios podrían añadirse a esta forma de rebelión cívica?

Ciudades donde se va a celebrar este Observatorio: Santander, Oviedo, La Coruña, Caravaca (Murcia), Madrid, Valencia, Zaragoza, La Línea de la Concepción (Cádiz), Alcalá de Henares (Madrid) y Majadahonda (Madrid).