Elude hablar de Batasuna y «carga» contra el PP por apropiarse de «símbolos de todos».
08-10-2007-La razón
Madrid- Ni una alusión, ni una palabra. El Gobierno prefiere no pronunciarse sobre la operación judicial abierta contra 23 integrantes de la ilegalizada Batasuna. A la misma hora que el juez Garzón tomaba ayer declaración en la Audiencia Nacional a los presuntos colaboradores de ETA, Zapatero alzaba la voz en Madrid, pero no para hablar de la banda terrorista, ni de las detenciones, ni de la actuación de la Justicia. El Ejecutivo quiere simplemente trasladar que el Estado de Derecho está más fuerte que nunca contra ETA y quienes la apoyan, y que la decisión de los jueces nada tiene que ver con la política de firmeza a la que ha regresado el Ejecutivo tras la declaración de ruptura del alto el fuego.
El PP, protagonista
Así que el jefe de Gobierno acudió ayer a la clausura de la conferencia política del Partido Socialista de Madrid (PSM) sin más guión que el del silencio sobre la política antiterrorista. El mensaje en la mañana del domingo tuvo como protagonista un PP al que José Luis Rodríguez Zapatero acusó de «querer confrontar hasta por los asuntos en los que estamos de acuerdo». Y puso tres ejemplos: en el «no» a la consulta de Ibarretxe; en que la bandera española es «de todos» y en el «gran papel» de la Monarquía. Son tres asuntos de plena actualidad política, y en los que Zapatero ya advirtió que no tiene interés alguno en discrepar con el centroderecha, más allá de la advertencia de que nadie debe apropiarse de la enseña nacional. «La única diferencia que podemos tener sobre la bandera es dónde ponerla. Y, desde luego, con mi Gobierno -presumió-, ha estado siempre allá donde más se debe ver, que es en el mundo, siempre junto a la de Naciones Unidas».
Luego, se refirió a la campaña del PP para el Día de la Hispanidad, y dijo que «lo que van a hacer no es por el 12 de octubre, sino por el mes de marzo», y auguró que se equivocan con el tema, España, y además «van demasiado pronto».
Bandera, 12 de octubre…, y quema de fotografías del Rey. También se refirió a esto el presidente del Gobierno para subrayar que en política no es infrecuente que algunas cosas parezcan «de una manera, y luego sean de otra». Dicho de otra forma: que los radicales que se dedican a quemar «fotocopias» de las fotografías de Don Juan Carlos son «poquísimos» y, sin embargo, parecen muchos. Su queja aquí iba más bien dirigida no al PP, sino a los medios de comunicación por hacerse eco de los incidentes. «Son poquísimos, pero ¡cuánto salen!», lamentó antes de vaticinar que sus palabras se demostrarán con el resultado de las urnas: «Que son poquísimos lo vais a ver en las elecciones, porque no sé si podrán contar los votos que tienen, de los pocos que van a tener». El vaticinio llevaba las siglas de ERC.
«Sentido de Estado»
Luego, a la retahíla de datos que Zapatero ofreció en la mañana de ayer para contrarrestar las críticas de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, sumó un pliego de descargo a favor de su Gobierno, claro. Y fue para negar que cada una de las medidas sociales anunciadas en los últimos meses tenga algo que ver con las elecciones generales. Así no alcanza a entender cómo cada vez que su Gobierno anuncia una medida social se le acuse de electoralismo, y «cuando Rajoy dice que va a construir dos millones de viviendas públicas, se hable de sentido de Estado». Dijo estar convencido de que la derecha tiene un problema de credibilidad «muy serio» porque, diga lo que diga en materia de vivienda, su único récord es haber incrementado los precios un 135 por ciento. ¿Electoralismo?, volvió a preguntarse. «Eso es lo que hacía Zaplana con sus campañas sobre el decretazo».