Teme ser agredido después de las críticas recibidas por un grupo de eurodiputados.
J. Aguilar
22-06-2007-La Razón
Estrasburgo- El vicepresidente del Parlamento Europeo, Aleix Vidal-Quadras, expresó ayer su sorpresa por las críticas que ha recibido por parte de un grupo de eurodiputados españoles que le acusan de obstaculizar el uso del catalán en los plenos del Parlamento Europeo.
El pasado fin de semana, los parlamentarios Ignasi Guardans (CiU), María Badía (PSC), Bernat Joan i Marí (ERC) y Raúl Romera (ICV) se reunieron con el presidente del Parlament catalán, Ernest Benach, para buscar su apoyo en la reivindicación de que el catalán pueda ser utilizado en el hemiciclo de Estrasburgo y en las mini-sesiones de Bruselas.
Tras el encuentro, los diputados acusaron al popular de estar «obstaculizando» las iniciativas para oficializar el catalán en la Cámara. Guardans llegó a asegurar que Vidal-Quadras «no sólo no da apoyo al catalán, sino que hace una actuación política activa contra la lengua catalana».
Vidal-Quadras negó ayer, en declaraciones a LA RAZÓN, que haya tenido ninguna intervención sobre el catalán en la Mesa del Parlamento y que este asunto haya sido tratado en ese órgano de la Cámara Europea. «Son unos calumniadores quienes dicen que obstaculizo el catalán». Además, añadió que «yo, como obstáculo, sólo existo en su imaginación». Fue más allá al hablar de posibles consecuencias, después de que esos políticos «señalen a los buenos y malos catalanes»: «Como en Cataluña hay mucho descerebrado, algún día paseando por Las Ramblas me pueden pegar un porrazo». Y a continuación, el europarlamentario popular se pregunta: «¿Es un pecado mortal que el uso del catalán no esté entre mis prioridades políticas?».
Vidal-Quadras recuerda que el catalán se puede utilizar en el Consejo de la Unión Europea y en el Comité de Regiones, con un coste económico muy bajo por su poca utilización, pero asegura que su uso en los plenos de la Eurocámara «no es prioritario, conveniente ni oportuno». Y arguye tres motivos: no se puede introducir el catalán si aún no funcionan a pleno rendimiento todas las lenguas oficiales, como es el caso del esloveno; el elevado gasto, la compleja vida administrativa y la creación de un problema de funcionamiento serio; y el Reglamento del Parlamento, que en su artículo 138.2 dice que «todos los diputados tendrán derecho a expresarse en el Parlamento en la lengua oficial de su elección. Las intervenciones en una de las lenguas oficiales serán objeto de interpretación simultánea en cada una de las demás lenguas oficiales y en cualquier otra lengua que la Mesa estime necesaria».
El popular alerta de que si se aceptara la utilización del catalán en los plenos, después «los vascos y los gallegos querrían lo mismo, y luego, los romaníes», con lo que «se sentaría un precedente y en un año nos encontraríamos con quince peticiones de ese tipo».
Días antes de la acusación de obstaculización, los eurodiputados catalanes habían recibido un escrito íntegramente en catalán del presidente del Parlamento, Hans-Gert Pöttering, quien lamentaba la imposibilidad de materializar sus deseos, ya que el Reglamento del Parlamento acepta la utilización de las lenguas oficiales de la Unión Europea y permite a los diputados la opción de «hablar en la lengua oficial que elijan».