Por José Mª Martín López-Suevos, Presidente de la Mesa por la Libertad Lingüística

Quiero aprovechar el espacio que me brinda este medio para hacer una serie
de consideraciones sobre el movimiento cívico en Galicia que defiende la
libertad de lengua, en el cual destacan tres asociaciones: la más veterana
AGLI (Asociación Gallega por la Libertad de Idioma), la Mesa por la Libertad
Lingüística y Galicia Bilingüe, éstas dos últimas surgieron inmediatamente
después de la iniciativa ciudadana Tan Gallego como el Gallego, que fue la
que consiguió reunir y presentar más de 20.000 firmas contra el decreto
124/07 de imposición del gallego en la enseñanza en Junio de 2007. Siendo la
más conocida de todas ellas Galicia Bilingüe cuyos postulados son
sobradamente conocidos y cuya defensa dejamos a su propia dirección.

Respecto a la Mesa por la Libertad Lingüística, indicar que desde su
fundación además de una discreta, pero muy intensa, actividad en el ámbito
jurídico (contra el decreto, oposiciones, denegaciones de exención, contra
la manipulación de menores en huelgas políticas), también hay que destacar
la participación en distintos foros y actos conjuntos (DENAES, FAES, etc.),
iniciativas varias (dimisión Concejal Normalización Lingüística Ayto de La
Coruña, campaña por libros en la lengua que prefieras) concentraciones de
Febrero 2008 en el Obelisco y la multitudinaria del 19O, mesas redondas,
conferencias, intervenciones en radio y televisión, artículos, página web,
asistencia a manifestaciones de otras asociaciones del resto de España.

La intención de estas líneas es hacer, en una sociedad plural, una oferta
pública y específica para el caso gallego, justo en el momento en que se
está definiendo la nueva política lingüística de la Xunta de Galicia en el
sector educativo.

Porque pensamos que en Galicia no existen dos comunidades lingüísticas sino
una en la que se hablan y se mezclan dos lenguas sin ningún problema y con
total normalidad; porque pensamos que nadie puede imponer su opción
lingüística a su interlocutor; porque pensamos que la libertad de todos está
por encima de planes de normalización indigeribles para una sociedad
democrática y plural; porque pensamos que no es lo mismo el registro
coloquial que el registro culto de una lengua y que por tanto, no es lo
mismo una conversación de calle que estudiar en una lengua que no es la
habitual; porque pensamos que ninguna ley ni decreto puede obligarnos a usar
ninguna lengua que no sea la de nuestra elección de entre las oficiales;
porque pensamos que los poderes públicos deben respetar la opción
lingüística que manifiesten los ciudadanos; porque pensamos que la lengua
vehicular en la enseñanza es una decisión propia de cada individuo e
indisponible para los poderes públicos; porque creemos en la libertad de
enseñanza.

Todo ello nos lleva a sostener un modelo muy sencillo y específico para
Galicia y respetuoso con la opción lingüística de todos los ciudadanos y sin
costes adicionales:

Enseñanza pública:

 Primera enseñanza (infantil+1er ciclo primaria) en lengua de
elección de los padres.

 Resto: libre elección del idioma de los libros de texto (excepto
inglés, francés, gallego y español), incluidos en programa de gratuidad.

 libertad docente y discente en las aulas para emplear el idioma de
elección, tanto oral como escrita.

Centros privados y concertados: sujetos a libertad de oferta.