Los tres presos de ETA juzgados desde ayer en París por dirigir el ‘sub-aparato de información’ o ‘Pianistak’ en 2003 se negaron a hablar en español, rechazaron la ayuda de un traductor y anunciaron que responderán a las preguntas en euskera.
NACIONAL
24.03.09 – F. ITURRIBARRÍA| CORRESPONSAL. PARÍS
Los tres presos de ETA juzgados desde ayer en París por dirigir el ‘sub-aparato de información’ o ‘Pianistak’ en 2003 se negaron a hablar en español, rechazaron la ayuda de un traductor y anunciaron que responderán a las preguntas en euskera. Los acusados fueron detenidos hace seis años al norte de Burdeos, y en su poder estaba la base de datos en la que se centralizan los objetivos de los atentados y de la extorsión, cuyo acceso codificado no ha podido ser descifrado.
«Estamos dispuestos a pasar el resto de la vida en la cárcel por nuestra lengua. Una sentencia no nos va a obligar a hablar en otra lengua», declaró en francés Asier Aranguren Urroz en su nombre y el de sus compañeros, Ainhoa García Montero y Aitor García Justo. El cuarto procesado, Thierry Idiart, respondió en francés al tribunal, ante el que comparece en libertad provisional.
La jueza Anny Dauvillaire reveló que había recibido una carta de los tres acusados en la que expresaban el deseo de contar con un intérprete de euskera. Pero explicó que se había convocado a un traductor de español por ser una lengua que dominan y que es igualmente oficial en el País Vasco. En su turno, Aranguren dijo que se consideraban tratados como «ciudadanos de segundo nivel» y que lucharían para que el euskera no se convierta en «una cosa muerta en los museos de Francia».
‘Kale borroka’
A petición de la fiscal, Anne-Obez-Vosgien, el tribunal incorporó a la causa los fallos favorables a las entregas a España de Ainhoa García y de Aitor García ya pronunciados por el tribunal competente de París. El hombre está reclamado por los ataques contra dos cajeros automáticos y la Casa del Pueblo registrados el 26 de setiembre de 1998 en el barrio donostiarra de Alza, así como por el depósito de material para ‘kale borroka’ descubierto el 29 de junio de 2000 en la sociedad Herria de San Sebastián.
La extradición de la mujer ha sido autorizada por cuatro asesinatos: los del empresario y ex presidente de la patronal vasca José María Korta, el 8 de agosto de 2000 en Zumaia; de dos trabajadores de la compañía Elektra en el barrio donostiarra de Martutene el 22 de febrero de 2001, y del director financiero de ‘Diario Vasco’, Santiago Oleaga, el 24 de mayo de 2001 en San Sebastián.