‘¿Qué podrían pensar los nerviosos mercados de deuda si otras regiones se uniesen a una revuelta catalana?’, se pregunta el rotativo británico ante las negativas de la Generalidad a ajustar su déficit al 1,3% del PIB.


'Regiones para preocuparse', señala el semanario británico 'The Economist'.

‘Regiones para preocuparse’, señala el semanario británico ‘The Economist’.

Redacción

Viernes, 29 de abril de 2011 | El semanario británico The Economist ha advertido este jueves, en un artículo titulado Regiones para preocuparse, de que será ‘difícil’ conseguir el objetivo de déficit del 6% del PIB en una ‘España descentralizada’, ‘donde 17 gobiernos regionales representan el 37% del gasto público’. Y se pregunta si, al igual que ocurrió antes de las autonómicas catalanas del 28N, cuando ‘la coalición saliente liderada por los socialistas no quiso hacer recortes ni dar publicidad de sus gastos excesivo antes de las elecciones’, en las CCAA que celebran elecciones el 22 de mayo ‘¿hay algunos gastos excesivos escondidos?’. ‘Hay pocas evidencias sólidad, pero muchas sospechas: el Gobierno está imponiendo presentar informes trimestrales’, añade.

El rotativo se centra en el caso de Cataluña, recoge la reciente protesta realizada por ‘un piquete de ruidosos secesionistas’ a las puertas del Parlamento autonómico, ‘incluyendo a una mujer con los pechos desnudos y con una bandera separatista en su cuello’; y se hace eco de las protestas de los profesionales de la sanidad contra los recortes, cortando algunas carreteras.

La ‘rebelión’ de Cataluña

De Cataluña dice que ‘tiene una larga tradición separatista, aunque el enfado en Barcelona tiene más que ver con la crisis del euro que con un movimiento independentista que obtuvo solo un apoyo modesto en un reciente referendo informal’. En concreto, recuerda que esta comunidad fue ‘una de las más derrochadoras’ en 2010, ‘financiando 335 empresas públicas, fundaciones, y otros organismos públicos’ y sobrepasando su objetivo de déficit en 2,4 puntos; solo Castilla-La Mancha fue peor, señala.

The Economist destaca la posición del Gobierno autonómico de CiU frente a la exigencia de alcanzar un objetivo de déficit del 1,3% del PIB para este año, y recoge las palabras del consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, ‘que dice que esto requeriría un recorte del gasto de un 20%: “¿Qué país podría hacer eso?”. Por lo que, ‘habla de rebelión: “Este año estamos recortando el gasto un 10%”‘.

‘Ahí radica el problema. Cataluña es la segunda mayor región de España, después de Andalucía. Si rechaza recortar más, podría añadir al déficit español un 0,25% del PIB. ¿Y qué podrían pensar los nerviosos mercados de deuda si otras regiones se uniesen a una revuelta catalana?‘, concluye.