La Razón
Decenas de pueblos festejan en España el 15 de agosto con espectáculos taurinos y encierros populares. Este año, además de numerosísimas novilladas sin picadores y becerradas, se organizaron 16 festejos taurinos mayores, entre corridas de toros y novilladas con picadores, a los que hay que sumar la doble función –matinal y vespertina–, organizada por dos ciudades francesas tan taurinas como Dax y Béziers. Un reguero de festejos que se traduce en más de 200.000 espectadores que asistieron a los toros ayer. Esta cifra cuadruplica la asistencia anual a todas las salas de cine de la provincia de Teruel y supera con creces el número de entradas vendidas durante un año en provincias como Cuenca, Zamora o Soria. En sólo un día, las plazas de toros han registrado una afluencia mayor que en todo un año los teatros de estas nueve Comunidades Autónomas: Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Murcia o Navarra. Además, en la jornada más taurina de la temporada se ha recaudado una taquilla superior a los 6 millones de euros, lo que equivale a la recaudación anual en los cines de Cantabria, Extremadura o La Rioja, y sextuplica la taquilla anual en los teatros de Cantabria, Castilla-La Mancha o Murcia. Ese rito atemporal que son los toros movilizó en un solo día una cifra muy superior a la taquilla de cualquiera de los macrofestivales que se organizan en España. Según las cifras que aporta el anuario de la SGAE 2012, supera al todopoderoso FIB de Benicasim –4,7 millones de euros– y triplica lo recaudado –1,9 millones– en el Sónar de Barcelona.
350 millones frente a los 511 del fútbol
El que piense que los toros no son un espectáculo rentable en España, se equivoca. Y si no, sólo tiene que echar un ojo a las cifras de asistentes a los festejos taurinos o a la taquilla. En lo que se refiere a espectadores, en 2.010 la media de asistentes a una corrida taurina era de 3.175 personas, muy por encima de cualquier espectáculo de música popular u obra de teatro. Y eso que su precio se acerca más al de una entrada de fútbol que a una de teatro. La media de un ticket es de 41,58 euros. Con esos asistentes y ese precio por entrada, la Fiesta recauda, en un año, más de 350 millones y no se encuentra demasiado lejos de los 511 millones del fútbol o los más de 662,3 millones que facturaron los cines.