Más datos de las actas de negociación. Tras el atentado de la T-4, el Gobierno mantuvo más reuniones secretas con ETA y habló de indultar y acercar presos.
2011-03-29
LIBERTAD DIGITAL
Las actas de negociación incautadas al jefe de ETA ‘Thierry’ relatan el proceso de negociación entre ETA y Gobierno. Además, se confirma que tras el atentado de la T-4 de Barajas, en el que murieron dos personas, siguió habiendo reuniones con los etarras, donde se pidió a ETA otro proceso de negociación. En él, el Ejecutivo se comprometía incluso a liberar a etarras con delitos de sangre si la banda dejaba las armas.
En estas actas aparece que en las reuniones participaron el ex ministro Moscoso, Jesús Eguiguren y Josu Ternera, entre otros. En otras reuniones, además de emisarios etarras, socialistas y del Gobierno, los había de Sein Feinn, del Gobierno irlandés y del noruego.
Lo que se evidencia en estas actas es que el Ejecutivo mintió a los españoles y también en sede parlamentaria. Tras el atentado de Barajas aseguraron que cualquier diálogo quedaba roto. Sin embargo, la realidad deja en evidencia al Gobierno socialista puesto que fueron varias las reuniones que mantuvieron con ETA y Batasuna, pese a existir muertos muy recientes encima de la mesa.
En la primera reunión tras el brutal atentado, el Ejecutivo muestra su «voluntad de reiniciar el proceso» y le dice a ETA que las «reuniones deben ser secreta». Además, los emisarios gubernamentales dejan en evidencia su posición: «nos sumergimos en un proceso de negociación absolutamente secreto, pues solio sobre esa base de carácter secreto es posible». Mientras tanto, el presidente Zapatero repetía una y otra vez que no habría contactos con ETA.
En esta reunión se produjeron otros datos clave. Pese a su apoyo firme en el Congreso, los emisarios aseguran a los etarras que «no les gusta la ley de partidos» y se compromete a «abordar el tema de la legalización». Y por otro lado, manda un mensaje velado a ETA de vital importancia: «que el Gobierno salga reforzado en las elecciones generales es imprescindible para implementar el proceso».
En una segunda reunión tras el atentado de Barajas ya se habla de nuevo de la situación de los presos etarras. El Ejecutivo considera que «se pueden manejar los tiempos» y que «si no hay delitos de sangre se tomarán medidas procesales-penitenciarias para un régimen de libertad o similares».
En este contacto ya se habla abiertamente de acercamiento de presos al País Vasco. Incluso se trata de etarras con delitos de sangre. El Gobierno se compromete «sólo a que accedan a libertad tras el desarme de ETA». También aclara que «los delitos cometidos tras el alto el fuego serían un paquete de negociación a parte». Hay incluso hueco para los indultos, «al final del proceso».