Confirman los rumores de los últimos días, que apuntan a un inminente anuncio unilateral del abandono de la violencia por parte de ETA.

Agencias / Redacción

Domingo, 19 de diciembre de 2010 | Ocho presos de la banda terrorista ETA que cumplen condena en la prisión de Nanclares de la Oca (Álava) aseguran, en una entrevista que se publicará este lunes, que en Batasuna y en las cárceles “se están dando pasos concretos para cerrar el ciclo de la lucha armada”.

Los terroristas entrevistados son los históricos Joseba Urrusolo Sistiaga, Kepa Pikabea y Carmen Gisasola, y los autodenominados “comprometidos con el irreversible proceso de paz”, Rafa Caride Simón, Jurgi Oteiza, Andoni Alza, Ibon Etxezarreta Etxaniz y Josu García Corporales.

Un papel activo de los presos

A su juicio, “ETA se está adaptando tarde y de forma forzada a la situación que se les plantea” y “la mejor manera de evitar escisiones en ETA o que algunos restos continúen es precisamente que Batasuna plantee el ‘cambio de ciclo’ como algo definitivo e irreversible“, según ha avanzado EFE.

Además, abogan por que los presos tengan un papel activo en “el proceso” y no sean un “mero espectador” como consideran que ha ocurrido hasta ahora, y creen que “una mayoría de presos” de ETA piensa como ellos, aunque “el problema es cómo visualizar esa realidad”.

Anunciado por Eguiguren

Los terroristas convictos apuestan por “debates serios y profundos en el interior de las cárceles” y aseguran que “agrupar a los presos políticos ayudaría de manera importante a este proceso de cambio”.

Por último, valoran positivamente la presencia de viudas de ertzainas víctimas de ETA en los últimos actos de recuerdo a Santiago Brouard y Josu Muguruza –dirigentes de Herri Batasuna asesinados en 1984 y 1989, respectivamente– y creen que la izquierda radical debería “dar pasos en el mismo sentido”.

Las declaraciones de estos presos vendrían a confirmar los rumores de los últimos días, que apuntan hacia la posibilidad de que ETA podría estar preparando el anuncio unilateral del abandono de la violencia, algo que el presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, había augurado recientemente.