José Montilla ha recordado que dispone de «mayoría absoluta» para sacar sus proyecto de veguerías inconstitucionales, pero ha querido ofrecer su «mano tendida» a la oposición «para tratar de incorporarla» porque las veguerías también figuran en su programa.

José Montilla | Archivo
2010-02-07
EUROPA PRESS
El presidente de la Generalidad José Montilla ha vuelto a defender el proyecto de ley que pretende dividir Cataluña en siete veguerías, alegando que suponen una reforma que se debe abordar, pese a que «es uno más de los temas» que mueve la Generalidad, para la que «la preocupación principal» es la crisis.
En una entrevista en la Cadena Ser desde el Aeropuerto de Lérida-Alguaire, Montilla respondió a la pregunta de si tiene sentido este debate en la situación actual: «Si nos limitásemos a este debate no, pero soy de los que piensan que las reformas hay que abordarlas».
Argumentó que cualquier reforma presenta problemas, y que «por eso no se han abordado -las veguerías- en años», pero que es una organización territorial que prevé el Estatut y figuraba en los programas electorales de los tres socios del Gobierno catalán y de CiU, que también planteaba entre seis y siete veguerías.
Añadió que es una propuesta que «tiene razón de ser porque es como están ordenados los servicios de la Generalitat, con siete delegaciones del Govern» en el territorio.»El gobierno ha cumplido presentando su proyecto al Parlamento, y a partir de ahora a otra cosa», remachó, a la vez que ofreció una «mano tendida» a la oposición para negociar.
Respecto a otras reformas, pero en este caso estatales, como la de las pensiones o la reforma laboral, así como la de la educación, defendió que «el problema de las reformas es que tienen costos a corto plazo y no muchas ventajas, y son necesarias sobre todo a medio y largo plazo».
Reconoció que «cuesta plantearlas y conseguir los apoyos necesarios», sobre todo cuando hay un Gobierno que no tiene una mayoría parlamentaria estable y cuando la oposición «piensa más en unas próximas elecciones y en volver al poder que en abordar los problemas graves que hoy tiene el país», con «descalificación» y sin propuestas.
En el caso de las pensiones, recalcó que la propuesta del Gobierno «no es un decretazo, es una propuesta para discutir en el Pacto de Toledo, porque hay una resolución parlamentaria que obliga al Gobierno a presentar su propuesta», y que la clave es encontrar «un común denominador, una cosa que sea aceptable por todos sobre la base de que algo habrá que hacer».
Ambiente preelectoral
Preguntado sobre las elecciones catalanas que se celebrarán este año y sobre la posibilidad de adelantarlas, Montilla incidió en su convicción de que «las legislaturas están para cumplirlas» y el mandato se agota en otoño.
Respecto a la influencia que pueden tener eventuales cambios en el Gobierno central, dijo que no ve «ni mucho menos determinante si tal o cual persona es ministro o lo ha dejado de ser», a la vez que destacó que es competencia del presidente del Gobierno decidir si hace cambios o no en el ejecutivo.
Asimismo, consideró que «no tiene razón de ser» hablar de quién debe ser o no candidato cuando no se ha llegado a la mitad de la legislatura, en referencia al debate sobre si José Luis Rodríguez Zapatero volverá a presentarse a las próximas elecciones. En todo caso, Montilla sí dejó claro que prevé ser el candidato del PSC para los comicios de otoño en Cataluña.
«Relativizar» la tardanza del TC
En el caso del retraso de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, quiso «relativizar» la tardanza recordando que hay otras leyes catalanas que llevan 10 años en espera de resolución.
Montilla insistió en su postura de que no importa lo que tarde, sino el resultado: «El TC tiene mucho otro trabajo. No me preocupa si sale dentro de tres meses, nueve meses o un año, no he urgido al TC a que se pronuncie inmediatamente, lo que sí que deseo es que la sentencia avale la constitucionalidad del Estatut porque es lo que pienso».