«La Administración se ríe de nosotros pese a que son nuestros sirvientes», dice el presidente del Fomento

Middelmann dijo que es
«La discusión lingüística nos cuesta clientes porque millones de personas que vienen a España a aprender español se van a otros sitios por la discusión lingüística existente en las islas», afirmó, señalando que «perdemos la oportunidad de atraer a muchas personas con una gran capacidad de gasto».
Advirtió que no está en contra de la lengua catalana «pero no se reconoce que ésta es una comunidad bilingüe, por ejemplo, falta una rotulación viaria en las dos lenguas». Middelmann argumentó que «cuando salimos fuera, a Balears se la identifica con España, porque Balears es España, y aquí parece haber una necesidad de querer separarnos cuando éste es un país rico por su diversidad».
El PP también es culpable
El presidente del Fomento dijo que «el PP es uno de los culpables de esta situación porque no toma medidas para corregirlo». Achaca la responsabilidad de la desprotección del castellano a «este Govern de izquierdas, que está creando una sociedad de clases porque los que tienen dinero para ir a colegios privados pueden hacer estudiar a sus hijos en el idioma que prefieran, pero el resto no puede».
Añadió: «Estamos sufriendo la dictadura de las minorías, habría que cambiar el sistema electoral para que gobiernen los que tienen más votos, porque aquí están mandando los que tienen menos votos». Esta situación «está empobreciendo a la sociedad» y reclamó «igualdad de oportunidades» poniendo como ejemplo lo que sucede en las reuniones de la junta directiva del Fomento del Turismo, «donde se comparte el castellano con el catalán».
Alvaro Middelmann centró también sus críticas en la maraña legislativa que impide la rápida reforma de los hoteles. «Lo de la concesión de licencias es indignante. La Administración se ríe de nosotros pese a que son sirvientes nuestros. Hay que exigirle que cumpla con sus funciones porque la Administración está a nuestro servicio y no al revés». Estas frases arrancaron los aplausos de los asistentes a la conferencia. Alvaro Middelmann insistió indicando que «la sociedad civil debe exigir a los políticos que actúen. No basta con presentar planes sino que hay que ejecutarlos».
Lanzado ya en esta línea crítica, aconsejó a las patronales que «presionen permanentemente a la Administración para que cumpla con su obligación» y añadió que todo esto sucede «porque quizá nos falta experiencia como país democrático. Hay que ser ciudadanos libres para poder decirles a los políticos en qué se equivocan».
Su conferencia se basó en una descripción de las oportunidades que ofrece el destino Balears para los europeos. Cree que las islas tienen muchas ventajas que deben ser aprovechadas para mantener el flujo turístico, pero lamentó la «falta de ilusión» que tienen los insulares por la actividad turística, «pese a que está demostrado que un 85 por ciento de nuestra economía vive de esta industria». Cree que «la sociedad balear debe darse cuenta de esto, porque turcos y egipcios se alegran de recibir turistas y nosotros no. Debemos recuperar la hospitalidad tradicional».
Mantuvo un debate con el presidente de los hoteleros ibicencos Joan Riera, a raíz de la «falta de definición de lo que quieren» los ibicencos sobre Eivissa como destino, y también achacó a los comerciantes falta de iniciativa para abrir sus tiendas los fines de semana y que Palma sea más alegre, aunque le respondió el presidente de Afedeco, Bartolomé Servera, quien culpó del «retroceso» en las aperturas a «la nefasta gestión de la regiduría de Turismo».