La Voz de Barcelona


El presidente de la Generalidad, Artur mas, ha advertido, otra vez este viernes, de que hay una serie de “líneas rojas” en diversos ámbitos, como sería la lengua catalana, que “si son atacados” o hay “una voluntad de destrucción o de dilución”, serían considerados como un “casus belli” (motivo de guerra) por la defensa de Cataluña.

Mas ha hecho estas declaraciones durante la reunión anual del pleno del Consejo Social de la Lengua Catalana en Barcelona, órgano consultivo creado en 1991, al que también han asistido el consejero de Cultura, Ferran Mascarell; el presidente del Instituto de Estudios Catalanes, Salvador Giner; la directora general de Política Lingüística, Yvonne Griley; y el secretario del Consejo, Josep Santamaria.

“Ataques” contra el catalán por parte de “algunos tribunales”

Según el presidente autonómico, en los últimos tiempos Cataluña ha vivido una época de “ataques”, protagonizados por “algunas sentencias de algunos tribunales”, así como “algunas amenazas claras que atacan la línea de flotación del país [Cataluña]“, en clara referencia a la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán.

Mas se ha felicitado por el acuerdo al que recientemente ha llegado con las distribuidoras cinematográficas para aumentar el número de películas dobladas al catalán, que permitirá pasar “de la cuota mísera del 3% de presencia del catalán en las salas de cine a un objetivo del 20% en tres o cuatro años”, ha señalado.

Y ha insistido:

“Nuestra sensación es que el progreso de la lengua catalana, desde muchos puntos de vista, va hacia adelante, pero hay
interrogantes importantes, algunos de ellos muy importantes, en algunos ámbitos de nuestra sociedad todavía es escaso, y en otros, el progreso de la lengua es mucho más evidente y mucho más potente. Y esto demuestra hasta qué punto todavía estamos en una situación en la que hay que desplegar todas nuestras energías, las de todo el mundo, las del Gobierno [autonómico], las de las instituciones públicas, las de la sociedad civil, las del tejido asociativo… nos hace falta desplegar todas las energías posibles para ir haciendo progresar este uso general, normal y social de la lengua catalana.

Más medidas para ‘incrementar el uso del catalán en la calle’

La reunión ha servido para aprobar el dictamen sobre el informe de política lingüística relativo al año 2010 presentado recientemente por la Consejería de Cultura, donde se detallan las actuaciones en ese ámbito, que han supuesto un coste de 159 millones de euros procedentes del presupuesto de la Generalidad.

En las conclusiones del dictamen se insta a las instituciones autonómicas a tomar las medidas oportunas para ‘incrementar el uso del catalán en la calle’, especialmente mediante ‘la formación de adultos’, por considerarlo ‘primordial para la cohesión del país [Cataluña]‘. También se propone al Gobierno autonómico que ‘vele por la calidad lingüística de las emisiones de radio y televisión hechas por canales públicos y privados y alerta sobre el aumento de publicidad en castellano en medios públicos’.

Inmigrantes, fabricantes de juguetes y patios de los colegios

Se destaca ‘la importancia de la aprobación de la Ley de Acogida’, que excluye el uso del castellano en los procesos de integración de los inmigrantes y que está recurrida ante el Tribunal Constitucional. Y se valora ‘favorablemente’ la Ley de Educación, que prohíbe el español como lengua vehicular escolar, así como ‘la defensa firme’ que el Gobierno autonómico viene realizando de la inmersión obligatoria.

Por otra parte, el documento resalta ‘la baja incidencia que tienen los estudios de lengua, literatura y cultura catalanas en las universidades del Estado’. Y ‘reclama acciones urgentes dirigidas a los fabricantes de juguetes para normalizar la presencia del catalán en sus productos, además de alertar de que el catalán no es la lengua predominante en internet, en los videojuegos, o en la televisión, y en consecuencia, tampoco lo es en los patios de las escuelas‘.

Justicia, Código de Consumo, aranés y cine

El documento aplaude otras leyes aprobadas durante el año 2010, como la Ley del Código de Consumo, la del Aranés, o la del Cine, normativas todas ellas que discriminan sistemáticamente a los castellanohablantes y que están recurridas ante el Tribunal Constitucional, lo que califican de ‘ataque jurisdiccional’. Aún así, el texto ‘insta a garantizar la inversión pública y la plena aplicación’ de las mismas.

Finalmente, el dictamen ‘propone’ que ‘el dominio del catalán sea un requisito para los profesionales’ del ámbito de la justicia, puesto que consideran que ‘el catalán ha sufrido un retroceso en los últimos tiempos’.

Los casus belli del nacionalismo catalán

La afición de los dirigentes nacionalistas por considerar casus belli cualquier sentencia judicial o texto legal (por muy democráticamente que se apruebe) que vaya en contra de sus intereses viene de lejos. Así, en mayo de 2008, el propio Artur Mas apuntaba como “casus belli” la posibilidad de que las Cortes aprobaran una modificación de la Ley Electoral que quitase peso a los partidos nacionalistas. “Una declaración de guerra en toda regla”, advirtió entonces.

En marzo de 2009, el responsable de inmigración de Convergència, Àngel Colom, aseguró que si el Tribunal Constitucional “se carga el Estatuto, o parte del Estatuto o reinterpreta a la baja el Estatuto” sería tomado como un “casus belli”, y no se aceptaría ni se obedecería.

Pujol y la inmersión obligatoria

Pero el político más propenso a utilizar el sintagma bélico como amenaza, sin duda, ha sido el ex presidente de la Generalidad y presidente fundador de Convergència, Jordi Pujol. En marzo de 2009 advirtió de que, si el Tribunal Constitucional subrayaba la ilegalidad de la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán, “habría de considerarlo un casus belli, un hecho de extrema gravedad y un atraso muy grande”. En agosto de 2010 insistió: “Si la inmersión lingüística quedase suprimida o rebajada [en aplicación de la sentencia del Tribunal Constitucional] se tendría que considerar un casus belli”. Y en enero de este año proclamó: “Si nos dicen que la inmersión lingüística se ha acabado, esto es un casus belli”.

Su hijo, y número dos de la formación nacionalista, Oriol Pujol, ha tomado buen ejemplo de su mentor, y en septiembre pasado, al hilo del auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que manda ejecutar las sentencias del Tribunal Supremo en favor del bilingüismo escolar, también se posicionó en una línea similar: “Desarrollaremos todo lo que haga falta [la inmersión lingüística obligatoria], para que todo el mundo tenga claro que de esto haremos un casus belli”.