La Voz de Barcelona

El nacionalismo catalán lo tiene muy claro: ellos son la ley, y no hay tribunal ni sentencia que pueda interponerse en sus proyectos identitarios y de construcción nacional. Así de claro lo ha dejado este miércoles el presidente de la Generalidad, Artur Mas (CiU), cuando ha advertido de que si, tal como ha anunciado el ministro de Educación, Cultura y Deporte, al Gobierno se le ocurriese garantizar el derecho de los alumnos a recibir la educación en español en los colegios públicos de Cataluña, se estaría entrando “en terrenos muy resbaladizos”.

En la rueda de prensa posterior a la reunión que ha mantenido con el presidente del Gobierno en la Moncloa, Mas ha insistido en que el actual modelo de inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán es una “línea roja” que “es mejor no pisar mucho”, a pesar de que múltiples sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo han dictaminado que es ilegal:

“Yo no sé que va a hacer [Rajoy], pero a mí no me ha comentado nada [sobre esta cuestión]. Él sabe, por muchos mensajes que se le han hecho llegar en los últimos tiempos, que hay líneas rojas, y que las líneas rojas es mejor no pisarlas mucho porque lo condicionan todo. Pero no me refiero a eso concreto [la inmersión obligatoria] en particular. Todo el tema identitario, todo el tema lingüístico, todo el tema de la inmersión lingüística, todo el tema de nuestro modelo educativo… todo eso forma parte de las líneas rojas. Yo entiendo que, como ahí no hay un problema, aunque se quiera crear, habrá la inteligencia política y emocional suficiente para no entrar en terrenos muy resbaladizos que en este momento no van a añadir nada”.

Mas asegura que se puede estudiar en español en Cataluña

Preguntado por los periodistas, Mas ha rechazado que en el sistema escolar público de Cataluña haya falta de libertad lingüística. “Yo casi no me doy por aludido [por las palabras del ministro de Educación, Cultura y Deporte] porque en Cataluña ya la hay [libertad lingüística]“, ha dicho el presidente autonómico sin inmutarse.

Y ha añadido:

“Ya tenemos un sistema que garantiza que cuando se acaba la enseñanza obligatoria, a los 16 años, los chicos y las chicas que salen de la escuela obligatoria superan las pruebas de catalán -idioma propio de Cataluña-, superan las pruebas de castellano -idioma oficial juntamente con el catalán-, y encima de castellano sacan casi las mismas notas que los castellanos, o que los andaluces, o que los gallegos, o que los asturianos. Y si sacamos las mismas notas de castellano deberá ser que no tenemos un problema con eso, o que si lo tenemos, lo tenemos todos en toda España, no solamente en Cataluña”.

A pesar de que no es cierto -excepto para los primeros cursos de enseñanza primaria, y de forma justificada-, Mas ha asegurado que en las escuelas públicas de Cataluña se puede estudiar en castellano. “En Cataluña hay una legislación general y un sistema de excepciones, de peticiones singulares, propias, a través del cual, si una familia por la razón que sea solicita una atención más especializada en castellano, la puede tener, dentro de las capacidades que tiene el sistema educativo catalán de prestar esa atención, que las tiene en parte. Por tanto ya es así, en cuanto a petición individualizada; si lo que se quiere hacer es cambiar un modelo entero, ahí es una línea roja”, ha indicado.

Rajoy evita tratar la inmersión ilegal

Mas también ha asegurado que durante el encuentro -del que desde la Moncloa no han hecho declaraciones ni valoraciones posteriores-, que ha durado varias horas, no han hablado de la inmersión obligatoria ni del sistema lingüístico escolar de Cataluña, ya que ninguno de los dos interlocutores ha planteado la cuestión. Esto es especialmente sorprendente por parte de Rajoy, ya que el programa electoral del PP garantizaba la educación en castellano en toda España, y el propio presidente del Gobierno es conocedor de que hace años que eso no ocurre en Cataluña

De esta forma, el silencio de Rajoy podría considerarse incluso como una desautorización de las palabras de Wert, que hace solo 24 horas insistió en que el Gobierno “vigilará” para que se pueda estudiar en castellano en todo el país.

Si no hay concierto, “cada uno tendrá que tomar sus caminos”

Por otra parte, Artur Mas ha trasladado a Mariano Rajoy su propuesta de concierto económico para la Generalidad, y le ha advertido de que, “si no es posible” conseguirlo, “entonces, lógicamente, cada uno tendrá que tomar sus propias decisiones, sus caminos, sus derroteros”. Además, ha insistido en que este es el tema “más importante de todos” dentro de la “agenda catalana”, y ha anunciado que será “el tema de fondo de esta legislatura”.

Sin embargo, el presidente autonómico ha subrayado que el pacto fiscal o concierto económico “es una oportunidad para rehacer de manera razonable la relación entre Cataluña y el resto del Estado”. “No se lo miren como una amenaza o una reivindicación, creo que es una oportunidad“, ha sentenciado, y ha evitado valorar si ha habido “buena sintonía” con Rajoy en esta cuestión.

Mano tendida de cara a las reformas pendientes

En la reunión, que Mas ha calificado de “cordial” y “correcta”, el líder nacionalista ha tendido la mano al Gobierno para colaborar “bien y a fondo” en todo lo relativo a “crecimiento económico, creación de riqueza, creación de empleo y grandes reformas”, especialmente la del mercado laboral, siempre y cuando no afecte al “autogobierno” de Cataluña.

El presidente de la Generalidad también ha echado alguna flor a Rajoy, indicando que es una persona que cumple sus compromisos, lo que le deja “algo más tranquilo”. Y ha asegurado que será imposible que el Gobierno reduzca el déficit recibido -de más del 8% del PIB- hasta el 4,4% en este año, como exige la Unión Europea, lo que ha considerado que es una situación “paralela” a la que se econtró CiU cuando llegó a la Generalidad hace un año.

Mas cree que el Gobierno pagará las “deudas contraídas” con la Generalidad

Aunque no ha conseguido ningún acuerdo concreto, Mas se ha mostrado convencido de que el Gobierno “va a pagar” las supuestas “deudas contraídas” con la Generalidad “porque, si no es así, toda la línea de confianza se rompe”, y porque, ha asegurado, el anterior Gobierno se comprometió a ello y “esto tiene que ir a misa”.

Por último, ha reclamado a Rajoy mayores facilidades para que las CCAA puedan acceder al crédito y puedan refinanciar su deuda a unos tipos de interés menores de los que están pagando acutalmente. Y ha exigido el traspaso de 29 competencias de la Administración General del Estado a la Generalidad que, a su juicio, están pendientes.