La participación no llega al 57% y el voto en blanco alcanza el récord de 60.000 papeletas.


20061102114836.jpgCarlos Sala

02-11-2006-La Razón

Barcelona- El miércoles festivo no fue el revulsivo esperado. Otra vez, los votantes se quedaron en casa, en las que fueron las segundas elecciones catalanas con menos participación de la historia, casi un 44 por ciento. A pesar de los ruegos de los candidatos, de la indefinición de los posibles resultados, del espléndido día que hizo ayer en toda Cataluña, nada cambió la tónica de las últimas convocatorias a las urnas, que muestran cómo los ciudadanos están cada vez más distanciados de sus políticos. De los 5.320.637 catalanes convocados a las urnas, sólo el 56,77 por ciento votó, unos seis puntos menos que en los comicios de 2003, un dato escalofriante.

Xavier Sabaté, consejero de Gobernación, comparecía en el Parlament para dar los primeros datos de participación de la jornada. El 43,33 por ciento de los catalanes había decidido que ningún candidato merecía su voto. Esta derrota la compartieron todos los partidos, y muchos hasta entonaron el «mea culpa». David Madí, director de campaña de CiU, fue el primero en señalar que los datos «nos obligarán a una reflexión». De igual manera se manifestaba Miquel Iceta, portavoz del PSC, y Marina Llansana, portavoz de ERC. El propio líder de Esquerra, Carod-Rovira, reconoció que las cifras merecen «hacer autocrítica». «Seguro que nos hemos equivocado en algo», dijo. Por su parte, Francesc Vendrell, vicesecretario general del PPC, aseguró que estos datos demuestran «la gran distancia entre los intereses de los ciudadanos y la preocupación de los políticos».

Datos preocupantes

Por provincias, la que obtuvo mayor índice de participación fue Lleida, con un 60,29 por ciento. Después vendría Girona (57,67), Barcelona (56,67) y Tarragona (54,62). Por circunscripciones, destaca la baja participación de feudos tradicionalmente socialistas, como el extrarradio barcelonés. Así, en municipios como Santa Coloma, Sant Adrià, Badalona u Hospitalet de Llobregat había quien superaba escasamente el 40 por ciento. Por ejemplo, en Santa Coloma sólo votaron el 46,08 por ciento. Mención especial merece la circunscripción de Horta-Guinardó, donde se encuentra el barrio del Carmel. Los vecinos parecen haber castigado a sus representantes políticos porque la abstención subió hasta siete puntos respecto a los comicios de 2003.

En el primer avance de participación, a las 13.00 horas, el índice llegaba al 28.68 por ciento, prácticamente idéntico al 2003, cuando el porcentaje se quedaba en el 28.00. El mínimo avance permitía ser relativamente optimistas, aunque el dato resultaría después anecdótico. A lo largo de la tarde se vería cómo la cifra se quedaba estancada y cada vez era más preo-cupante. En el segundo avance oficial, a las 18.00 horas, las cifras ya habían bajado cinco puntos. Del 54,42 por ciento en 2003 se pasaba al 49,43. Empezaban a dispararse las alarmas. La importancia del voto de última hora, de 18.00 a 20.00 horas, tampoco pudo variar mucho el resultado final.