La forma de acceso a la independencia depende de la legitimidad política que puedas haber acumulado. Si tienes mucha fuerza parlamentaria y diplomática, seguramente el proceso será el de la declaración unilateral. Si tienes poca fuerza parlamentaria, seguramente necesitarás un referendo para exhibir esta legitimidad política democrática a la comunidad internacional.
Alejandro Tercero
Domingo, 3 de octubre de 2010 | Hèctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional de la UPF y número uno por Tarragona de Solidaritat Catalana en las próximas elecciones autonómicas, en una entrevista publicada el 27 de septiembre en directe.cat:
“[…] La forma de acceso a la independencia depende de la legitimidad política que puedas haber acumulado. Si tienes mucha fuerza parlamentaria y diplomática, seguramente el proceso será el de la declaración unilateral. Si tienes poca fuerza parlamentaria, seguramente necesitarás un referendo para exhibir esta legitimidad política democrática a la comunidad internacional.

Hèctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional de la UPF y ‘número uno’ de Solidaritat Catalana por Tarragona para el 28N (Foto: directe.cat).
[Tras la independencia de Cataluña], si ha predominado la negociación con España, seguramente buena parte de estos traspasos [administrativos] ya se habrán ido produciendo antes de la independencia. Si predomina la confrontación –democrática, claro–, es muy probable que toda la transferencia de poder se haga con posterioridad a la independencia, o se tuviese que hacer por la vía de los hechos consumados, ocupando los espacios de la administración española y diciendo que, a partir de aquel día, aquello es administración catalana.
[…] Otra cosa que también se tendrá que definir es el reparto de efectivos que corresponderían a un futuro ejército catalán. En Montenegro, si había cinco fragatas de la armada de Serbia y Montenegro, Serbia se quedó cuatro y Montenegro, una. Es decir, no solo tendremos que repartir los bienes situados en Cataluña, sino también los pagados por los catalanes y que, hasta ahora, han prestado servicio al conjunto de los ciudadanos del Estado.
[…] Se podría dar el caso de gente [ciudadanos catalanes] que pudiesen mantener la nacionalidad española, pero estos ya no participarían en el sistema político catalán –de la misma forma que los ciudadanos alemanes en la Costa Brava están escluidos del sistema político español actual.
[…] Si el proceso de independencia es pacífico, no habrá problemas. Si España lo dificulta, Cataluña también podría contrarrestar el movimiento ofreciendo la nacionalidad catalana a los nacionales españoles del País Valenciano y las Islas Baleares, que es lo que hizo Croacia con los croatas de Bosnia”.