Últimamente hemos oído hablar mucho de Lazcano y también de Lazkao. Se da la circunstancia que este pueblo guipuzcoano ejemplifica la obsesión nacionalista por eliminar la lengua española de los topónimos.


Últimamente hemos oído hablar mucho de Lazcano y también de Lazkao. Se da la circunstancia que este pueblo guipuzcoano ejemplifica la obsesión nacionalista por eliminar la lengua española de los topónimos. Y es que el municipio siempre se ha denominado Lazcano, en castellano. Desde 1053, fecha en que aparece la primera referencia escrita de la localidad y a lo largo de la historia, en todos los documentos, como cédulas reales, donaciones de tierras y escritos diversos, la única denominación de la localidad es Lazcano. Lamentablemente, en el año 1980 los nacionalistas suprimieron de un plumazo el nombre utilizado durante casi mil años y lo cambiaron de forma artificial por el de Lazkao. La historia se repite a lo largo y ancho del País Vasco, donde se han desterrado los topónimos en castellano a pesar de ser los nombres históricos y originarios de la gran mayoría de municipios.

Carmen Gutiérrez
Bilbao