No sólo deberán impartir todas las clases en catalán —excepto Lengua y Literatura Castellana y Lengua Extranjera— sino que, «al margen de las actividades de enseñanza y aprendizaje», los docentes también deberán hacer uso de la lengua autonómica «en el ámbito general del centro educativo».
No sólo deberán impartir todas las clases en catalán —excepto Lengua y Literatura Castellana y Lengua Extranjera— sino que, «al margen de las actividades de enseñanza y aprendizaje», los docentes también deberán hacer uso de la lengua autonómica «en el ámbito general del centro educativo». Eso significa que deberán practicar el monolingüismo dentro y fuera de las aulas, siempre en el recinto educativo. Así lo establece el capítulo lingüístico del dictamen provisional de la nueva Ley Educativa catalana (LEC), al que ha tenido acceso este diario, y que se someterá a votación parlamentaria el próximo 7 de mayo.
En el artículo 14 sobre «Competencia lingüística del profesorado», el redactado último establece que «en el ejercicio de su función, el profesorado usará el catalán en sus actividades de enseñanza y también en el ámbito general del centro educativo». Este añadido no aparecía en el redactado inicial del artículo en el que sólo se pide a los docentes que acrediten el dominio de las dos lenguas oficiales en el ejercicio de su función. En este mismo redactado se mantiene también la reducción a un sólo curso del derecho a la escolarización en castellano, siempre relegando esta opción a la atención individualizada (artículo 11.4). «En el curso escolar en el que los alumnos inicien su primera enseñanza, los padres, madres o tutores podrán instar, en el momento de la matrícula, a que sus hijos/hijas reciban atención lingüística individualizada en castellano, cuando ésta sea su lengua oficial», reza el citado artículo.
Atención individualizada
El diputado del PPC Rafael López considera que este último redactado recorta «drásticamente» los derechos de los niños
castellanohablantes. «En primer lugar, porque se especifica que sólo podrán ser escolarizados en su lengua durante un año, en lugar de cinco como hasta ahora», apunta López. Añade que «por si fuera poco, ese artículo deja claro que ese derecho pasa exclusivamente por la atención individualizada, lo que es discriminatorio para los niños».
López advirtió, en declaraciones a ABC, del «riesgo» de que los niños castellanohablantes que lleguen a los centros acaben en las aulas de acogida. El último articulado de la LEC prevé también que «se puedan impartir contenidos curriculares y otras actividades educativas en alguna lengua extranjera», aunque descarta hacerlo en castellano. «Esto demuestra una vez más la discriminación del español respecto al inglés. No es aceptable que se permita ampliar contenidos en otras lenguas y no en la oficial», denuncia el diputado popular.
Otro cambio es el que se refiere al artículo 2.8a. En este apartado, la última versión suaviza el contenido de la que se introdujo en marzo por la presión de los grupos nacionalistas y que apuntaba la necesidad de que los niños se «eduquen en el cultivo del sentido de pertenencia como miembros de la nación catalana». El último redactado apunta que los niños deberán educarse «en el cultivo del conocimiento y sentimiento de pertenencia a Cataluña, y el respeto a la convivencia».