Sin embargo, la población inmigrada se ha convertido en objetivo prioritario de la Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat, dependiente de Josep Lluís Carod-Rovira, que se propone, en su memoria política de 2006, la «acogida y captación lingüística de la población» recién llegada.

7-3-2008 – ABC
MARÍA JESÚS CAÑIZARES. BARCELONA
El Gobierno catalán ha editado un cartel con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra mañana, en el que la palabra «violeta», el color del movimiento feminista, aparece escrita en 25 idiomas perfectamente identificados. Entre ellos se encuentra el bengalí, el gaélico o el albanés, pero no el castellano.
¿Lapsus? ¿Olvido? ¿Negligencia? Para el presidente del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, no cabe duda: «Se trata de una muestra más de la castellanofobia del Gobierno catalán». Una muestra que se enmarca en la política lingüística fomentada por ERC y secundada por el PSC, que contempla la imposición de sanciones a los propietarios de establecimientos rotulados sólo en castellano.
Esta cuestión ha cobrado protagonismo en la campaña electoral, después de que el candidato del PP, Mariano Rajoy, aludiera en el debate televisivo a la multa impuesta a Manel Nevot, un agente de la propiedad inmobiliaria que ha sido sancionado por este motivo.
Instituto dirigido por ERC.
El caso denunciado ahora por los populares tiene que ver más con un adoctrinamiento lingüístico algo más sutil, pero que está dirigido a un sector de población cada vez mayor en Cataluña, el de los inmigrantes, pues es evidente que el cartel oficial del 8 de marzo tiene una clara vocación multicultural.
No será por falta de espacio por lo que el citado letrero omite el idioma castellano. La palabra «violeta» aparece escrita bajo 25 recuadros en otros tantos idiomas. En primer lugar, en catalán, seguido del turco, albanés, checo, vasco, finlandés, árabe, ucraniano, polaco, portugués, serbocroata, italiano, esperanto, japonés, danés, urdu, francés, ruso, bengalí, gaélico, sueco, occitano, neerlandés, chino mandarín e indio. Se da la circunstancia de que esta palabra se escribe igual en castellano, portugués y occitano, pero mientras estos dos idiomas sí son transcritos, el castellano no aparece.
«Complicidad de Montilla»
El póster ha sido editado por el Instituto Catalán de la Mujer, organismo dependiente de la Consejeria de Acción Social y Ciudadanía, cuya titular es la republicana Carme Capdevila. Se trata de la obra ganadora de un concurso convocado por este departamento y cuya autora es Rut Rovira i Valls, de la que se valoró su capacidad para captar «el carácter reivindicativo e intercultural de la celebración del 8 de marzo», según el jurado del concurso. El cartel se distribuirá a través de carteles y postales que se enviarán a entidades, centros educativos y bibliotecas, entre otros puntos de difusión.
La población inmigrada se ha convertido en objetivo prioritario de la Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat, dependiente de Josep Lluís Carod-Rovira, que se propone, en su memoria política de 2006, la «acogida y captación lingüística de la población» recién llegada.
El concejal del PP Alberto Fernández recordó que el castellano es «lengua oficial» en Cataluña, por lo que la omisión de esta lengua demuestra la «castellanofobia» que impulsa ERC desde el Ejecutivo catalán con la «complicidad» del presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla. El dirigente popular denunció que la Generalitat ve el castellano «como una anomalía a corregir», y que ERC «tiene barra libre nacionalista», tanto para discriminar el castellano «como para promover la celebración de un referéndum por la independencia en 2014».