Primero fueron los padres y ahora son los propios profesores los que han denunciado el acoso contra la enseñanza en castellano. Esta vez son un grupo de profesores de institutos públicos de Requena los que se han alzado contra «la presión de los sindicatos de enseñanza mayoritarios en la Comunidad respecto a la catalogación lingüística inmediata de las plazas de secundaria», algo que, según aseguran, «comportaría graves consecuencias personales y profesionales para un gran número de docentes».
LUZ DERQUI
VALENCIA. Primero fueron los padres y ahora son los propios profesores los que han denunciado el acoso contra la enseñanza en castellano. Esta vez son un grupo de profesores de institutos públicos de Requena los que se han alzado contra «la presión de los sindicatos de enseñanza mayoritarios en la Comunidad respecto a la catalogación lingüística inmediata de las plazas de secundaria», algo que, según aseguran, «comportaría graves consecuencias personales y profesionales para un gran número de docentes».
Así, denuncian que estos sindicatos, que están agrupados en la Plataforma en Defensa de l´Ensenyament Públic «han manipulado a gran parte del profesorado utilizándolos en las manifestaciones que se produjeron en defensa de la calidad de la enseñanza pública y en contra la orden de impartir Educación para la Ciudadanía (EpC) en inglés, ya que después del éxito obtenido con las movilizaciones han dado un giro a la negociación y han cambiado la reivindicación principal y han situado en el primer plano reivindicativo la catalogación lingüística inmediata de plazas docentes, lo que perjudicaría gravemente a muchos docentes que apoyaron aquellas manifestaciones».
En este sentido, la Plataforma se creó para «luchar» contra la iniciativa de la Conselleria de impartir EpC en inglés, un objetivo al que luego se sumaron otras reivindicaciones, entre las que se encontraba la catalogación lingüística, punto que se ha convertido en uno de los ejes principales de las reivindicaciones con las que amenazan a la Conselleria de Educación con activar una huelga, algo que también utilizaron, y no cumplieron finalemnte, el pasado mes de diciembre.
Ampliar líneas en valenciano
Los docentes consideran que este es solo un primer paso para ampliar líneas en valenciano a todos los centros públicos de la Comunidad, «sin distinguir zonas castellano-hablantes de valenciano-hablantes, con lo cual desaparecerían las líneas en castellano y esta lengua quedaría relegada a una mera asignatura de tres horas semanales, ya que toda la enseñanza utilizaría como lengua vehicular el valenciano», lo que consideran «claramente inconstitucional ya que atenta contra la libertad individual de las personas de elegir la lengua en la que quieren desenvolverse en su vida y en la que quieren educar a sus hijos». Ante esta situación, los profesores se han sumado a las reivindicaciones de la Plataforma Valenciana por la Libertad Lingüística, una iniciativa puesta en marcha por padres de colegios de Castellón que exigían la enseñanza en castellano para sus hijos, y a la que se han ido sumando diversas entidades que están igualmente a favor de la libertad para escoger la lengua en la enseñanza y denunciar las imposiciones lingüísticas.
Líneas en ambas lenguas
En esta línea, los profesores de Requena destacan que implantar líneas educativas en valenciano en los centros públicos de la Comunidad «no sería preocupante si se garantizara a su vez la existencia de líneas educativas en castellano paralelas a las de valenciano», pero incidieron en que «no ocurre así, ya que la enseñanza en valenciano estaría garantizada, pero no en castellano».
Libertad de elección
Por todo ello, señalaron que «algunos docentes nos negamos a la implantación inmediata de dicha catalogación y a que se abra la puerta a la desaparición de las líneas en castellano de la Comunidad, puesto que creemos que los padres deben tener la libertad para elegir la lengua en la que quieren educar a sus hijos, ya sea el valenciano o el castellano».