El PNV arremete contra el PSE por querer gobernar «al servicio de Madrid» y advierte a ETA de que el asesinato supone «atentar contra la patria vasca»

Juan José Ibarretxe, durante su intervención de ayer en San Sebastián. / JOSÉ USOZ
ANTONIO SANTOS| SAN SEBASTIÁN
Fuego a la línea de flotación. Batalla naval junto a la Bahía de la Concha. «Patxi López iza ahora la ikurriña, como bandera de conveniencia, cuando todos sabemos que la suya es la española. Es la que tiene escondida en la bodega. La que sacará si llega a Ajuria Enea. Id a sus mítines y tratad de colar una bandera española, os echarán». Joseba Egibar en estado puro. El presidente del PNV en Guipúzcoa disparó ayer todos sus cañones contra el barco del PSE. En un mitin en el Kursaal de San Sebastián, el burukide arremetió con fuerza contra el rival en estas elecciones, al que minutos antes Iñigo Urkullu, en el mismo tono que el sábado en Vitoria, había acusado de estar bajo el «mando» de José Luis Rodríguez Zapatero. «Callará y obedecerá siempre a sus jefes de Madrid», reprochó el presidente del EBB.
Patxi López sumiso. «Al servicio de Madrid». El PNV ha hecho de este eslogan su bandera en el arranque de la campaña. Mensaje claro: la «gran obsesión» de socialistas y populares es «desalojar al nacionalismo de Ajuria Enea». «No tienen más proyecto», subrayó Urkullu. Todos «contra Ibarretxe». «Como en 2001».
Y frente al PSE y al PP, el candidato jeltzale, un «hijo de Euskadi con la cabeza y el corazón puestos en este pueblo», según se describió él mismo. Sólo preocupado por el «bienestar de los vascos». Sin esconderse y sin disfraz, al contrario de lo que Zapatero sostuvo el sábado en Vitoria. «Si éste -en referencia a Ibarretxe- no se disfraza ni en carnaval», bromeó Egibar, frente «al disfraz de acero» de López.
«Defenderemos lo nuestro desde aquí para que todos vivamos mejor», aseguró el aspirante a un cuarto mandato en la Lehendakaritza.
Lamentó, en este sentido, que los socialistas preconicen el «cambio del cangrejo». Hacia atrás. Como, a su juicio, hicieron PSE y PP al rechazar la fusión de las cajas vascas. En territorio de la Kutxa, Ibarretxe reprochó a ambos partidos «haber brindado con champán» y haber tirado por tierra un proyecto que, en su opinión, ahora sería «trascendental para superar la crisis».
«Euskadi resiste»
La economía es otro de los fuertes del candidato del PNV. Gestor en Ajuria Enea durante los últimos diez años, el lehendakari volvió a comparar las situaciones de Euskadi y España. Aseguró que mientras las agencias extranjeras desconfían de las finanzas
estatales «mantienen su confianza» en las vascas. «Es la primera vez –presumió– que un país obtiene más confianza de los inversores que el Estado al que pertenece». Y aunque subrayó que el Ejecutivo autónomo no puede caer en la «autocomplacencia» ni en el «consuelo» barato, trató de trasladar una imagen de optimismo. «A pesar de las dificultades, Euskadi resiste».
Entre esas dificultades que acechan al País Vasco, Ibarretxe aludió a ETA. Si el viernes evitó abordar la cuestión del terrorismo durante un acto en el Museo del Ferrocarril en Azpeitia, localidad natal de Inaxio Uria, la última víctima de los pistoleros, ayer en San Sebastián le dedicó a este tema la parte final de su intervención. Abogó por seguir trabajando «por la paz» y por mantener un «compromiso con los derechos humanos de todos», incluida la izquierda abertzale, para, a continuación, recordar a los damnificados de la violencia.
«¿Dónde están los derechos de Fernando Buesa y Jorge Díez? ¿Dónde los de Inaxio Uria? ¿Y los de Korta? Ninguno va a vivir nunca la ilusión con la que trabajamos». Y exigió a los terroristas que «no utilicen la patria como excusa». «No hay patria sin personas. Asesinar es atentar contra la patria», recalcó.