El Mundo
El ministerio del Interior se reunirá este viernes con las asociaciones de víctimas del para explicarles los detalles del plan de reinserción de presos anunciado ayer por el Gobierno, que ha provocado el malestar y las críticas de una parte del colectivo.
Los presos de ETA no tendrán que pedir perdón ni siquiera a las víctimas para acogerse a este nuevo plan integral. Según informaron fuentes de Interior, bastará con que por escrito muestren su renuncia a la violencia y su abandono de la organización terrorista para acceder a esta especie de ‘educación para la ciudadanía’ en los recintos penitenciarios. Esta vía deja abierto el camino al acercamiento de estos internos a cárceles del País Vasco.
A la reunión de este viernes asistirá por parte de Interior la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, órgano del que dependen los internos con delitos de terrorismo.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha confirmado que ha sido convocada al encuentro, aunque todavía no ha confirmado su asistencia.
Tras las críticas de Pedraza, que ha declarado sentirse «engañada», el secretario general del PP vasco y responsable de Justicia del partido, Iñaki Oyarzábal, le ha pedido que confíe en el Gobierno de Mariano Rajoy y en su política antiterrorista.
La ‘vía Nanclares
El plan, que nace de la llamada ‘vía Nanclares’ pero que es «mucho más ambicioso», consiste en una serie de iniciativas orientadas a que los terroristas conozcan la realidad social y reflexionen sobre su pasado con el objetivo de que vayan dando pasos hacia su integración en la sociedad democrática.
Los internos que se incorporen al programa puesto en marcha por el ministerio del Interior participarán en «aulas» dirigidas a su educación en valores de convivencia y podrán incluso ser trasladados a centros penitenciarios próximos a sus domicilios en el País Vasco y Navarra, aunque en ningún caso habrá «acercamientos automáticos».
Los terroristas accederán al programa de forma voluntaria. No les eximirá, según Interior, de cumplir con los requisitos legales para poder acceder al tercer grado. Pero, en cualquier caso, el acercamiento a las cárceles del País Vasco (el programa está centrado en los presos de ETA) es una decisión discrecional, informa Fernando Lázaro.
Se pretende evitar así que los presos que no tengan voluntad de reinsertarse puedan perturbar o ‘sabotear’ el programa. «Quien no quiere reinsertarse no tiene sentido que forme parte del programa, ya que se requiere una actitud activa por parte del interno», insisten las fuentes.
A partir de ese punto, el plan contiene un programa específico dedicado a la «educación en valores de convivencia» mediante aulas en las que participarán los internos, que también tendrán acceso a cursos de mejora de su «capacitación socio-profesional» orientados a su formación para la inserción en la vida laboral.
Decepción de las víctimas
La indignación ha marcado la reacción de las víctimas al conocer el plan ideado por el Gobierno de Rajoy para la reinserción de presos terroristas.
La AVT cree que es una «cesión del Gobierno a los intereses de los terroristas y un varapalo para las víctimas» y cree que las nuevas medidas conducirán a «reinserciones interesadas y no verdaderas reinserciones», informa Esther Mucientes.
Desde ‘Voces Contra el Terrorismo’ (VCT) creen que el proyecto «da continuidad» al proceso iniciado por el Gobierno del PSOE tras la declaración del alto el fuego de ETA «metiéndolo bajo una aparente legalidad para lograr primero el acercamiento de presos y después su excarcelación».
La Fundación Miguel Ángel Blanco defiende que toda «medida de indulgencia» es «fortaleza para ETA», mientras que la asociación Dignidad y Justicia (DyJ) considera «indignante» que el Gobierno dé su «beneplácito» a ETA para acercar a sus internos.
Sólo Gesto por la Paz se ha mostrado partidario del plan del Ejecutivo e insisten en que es necesaria una nueva política penitenciaria que no esté «supeditada a la política antierrorista» e instan a «lograr un consenso social y político acerca de la reinserción» de los presos que hayan reconocido el daño causado.
El Gobierno, a través de Mariano Rajoy, afirma que el proyecto que ha presentado «no ha cambiado ni va a cambiar su política antiterrorista» y ha señalado que el plan de reinserción «no atribuye beneficio penitenciario alguno». Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, explicó que los terroristas deberán mostrar su voluntad de dejar atrás el terrorismo de forma «clara, solemne y pública».