El Mundo

El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha informado de que Instituciones Penitenciarias ha denegado la petición de presos de ETA que habían solicitado lograr beneficios penitenciarios pese a no haber expresado arrepentimiento, y ha advertido de que es repuesta a un intento de «fraude de ley».

En los últimos meses, la mayoría de los más de 500 internos del colectivo de presos de ETA (EPPK) recluidos en España habían solicitado beneficios penitenciarios o el acercamiento a cárceles del País Vasco y Navarra, en una estrategia conjunta de presión al Gobierno tras el anuncio de la banda de un cese definitivo de su actividad terrorista.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias han confirmado a Efe que la respuesta a todas estas solicitudes ha sido negativa, ya que no cumplían con los requisitos marcados por la legislación penitenciaria.

En declaraciones a los periodistas a la salida del Congreso del PP celebrado hoy en Sevilla, Fernández ha declarado que la política del Gobierno en esta materia es la del «arrepentimiento individualizado, la petición de perdón individualizado por parte de los presos etarras en el marco de la legislación penitenciaria».

«Que cualquier fraude de ley que, en definitiva, había intentado poner en marcha este colectivo de presos no va a encontrar por parte de este Ministerio otra respuesta que la que en este momento se les ha dado», ha subrayado el titular de Interior.

Fernández ha declarado que si los presos «van de verdad y en serio, con voluntad de reinserción, pidiendo perdón a las víctimas y colaborando con la Justicia y, en definitiva, manifestando una voluntad individual personal y sincera de acogerse a los beneficios que la ley prevé», tendrán esa vía «abierta».

No obstante, ha aclarado que los que pretendan «burlarse, engañar y cometer un fraude de ley» como este caso, no van a tener otra respuesta del Gobierno que «la que han tenido», porque el Ejecutivo no se va a «dejar engañar» y no se le va a permitir «que cometan ese engaño a la sociedad española».

Ha insistido en que si se arrepienten y piden perdón a las víctimas, «que sea de verdad», porque si no es de verdad «no se van a poder acoger a los beneficios que la ley penitenciaria prevé».