Resulta más que habitual escuchar al presidente de F.C Barcelona, Joan Laporta, mezclando deporte con asuntos que poco tienen que ver con este. No es tan habitual en cambio escuchar al técnico culé hablar sobre cuestiones políticas. Pero como para todo hay una primera vez, anoche, Pep Guardiola aseguró en la rueda de prensa posterior al partido de Liga de Campeones ante el Dinamo de Kiev que Cataluña «es un país con una lengua propia». Fue tras una pregunta de los periodistas locales, muy sensibilizados con el tema «lingúistico».

Pep Guardiola
Al ser cuestionado por la prensa ucraniana acerca de la importancia del catalán, Guardiola afirmó sonriendo que «somos un país con una lengua propia y cuando salimos, los que la hablamos, la usamos, nada más». Fue justo antes de recibir los aplausos de los periodistas locales.
Pero el asunto tiene su «historia». Hay que recordar que en Ucrania, un país golpeado fuertemente por la crisis industrial y por la corrupción , se produjo hace un lustro la llamada «Revolución Naranja».
Con este nombre se conoce a una campaña de protestas, huelgas, y otras acciones de resistencia civil que tuvieron lugar en toda Ucrania como protesta por el resultado de las elecciones presidenciales de 2004, en las que se denunció la existencia de un fraude electoral a favor del candidato pro- gubernamental Viktor Yanukovich, y los electores salieron a la calle para aclamar al líder pro-occidental Víktor Yushchenko, logrando que se repitiese el proceso electoral. La revolución comenzó el 22 de noviembre de 2004. Durante esta campaña Yushchenko fue envenenado y estuvo al borde de la muerte. Aunque sobrevivió, su cara resultó desfigurada.
El 26 de diciembre se efectúan las elecciones por tercera vez, en las que gana Yushchenko por 51.99% contra 44.20% de Yanukovich. La presidencia de Yushchenko se inauguraba en enero de 2005 finalizando entonces este episodio.
No obstante, el conflicto entre lenguas sigue bien latente en el país. Y precisamente en su capital, Kiev, donde el Barça jugó ayer y donde los jóvenes apenas utilizan ya el ruso. De hecho, Ucrania ya no reconoce esta lengua como oficial. Y todo pese a que allí los rusoparlantes son una de las comunidades lingüísticas más grandes de Europa.
Tal vez por eso, por su sensibilidad hacia el tema lingüistico, los periodistas ucranianos aprovecharon para preguntarle al entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, por qué utiliza el catalán en comparecencias de prensa internacionales. Y el técnico azulgrana no se mordió la lengua en la respuesta: «Es nuestra lengua. Somos un país con una lengua propia. Y cuando salimos, los que la usamos, la hablamos».
Los periodistas ucranianos aplaudieron en bloque la respuesta del entrenador azulgrana. Seguramente porque en Kiev, en los últimos tiempos se intenta que el ruso -lengua que todavía utiliza de forma habitual la mitad de la población- vaya desapareciendo paulatinamente de las calles. Para muestra un botón: el gobierno ucraniano quiere que su capital, Kiev pase a llamarse «Kyiv», en ucraniano. Por contra, quienes hablan ruso en Ucrania dicen que la falta de reconocimiento estatal de la mayor minoría lingüística de Europa equivale a discriminación. El conflicto, por tanto está servido.
Mientras tanto, en España seguimos esperando la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña. El Barcelona, por cierto, se impuso al Dinamo (1-2) en el frío feudo ucraniano.