ABC
Ya no se considera el GPS de UPyD, como en 2008?
¡Ya no! Ahora soy un simple miembro de base, y votante.
—Pues no parece que les haya ido nada mal sin sus coordenadas.
Es un resultado electoral magnífico, mejor que nuestras previsiones más optimistas. Con poco dinero y menos apoyos mediáticos (más bien todo lo contrario), millón y pico de españoles nos han encontrado y preferido. Hemos demostrado que sí se puede hacer política fuera del bipartidismo obligatorio, y a pesar de él: y que la nación de ciudadanos que oponemos a la nefasta nación de territorios tiene cada vez más acogida.
—¿Cómo tendría que manejar Rajoy la indigesta irrupción de Amaiur?
En política, la legalidad tienen que respetarla todos: lo mismo Amaiur que Rajoy. De modo que, como se trata de una presencia legal en el Parlamento, que representa a ciudadanos españoles aunque ellos crean otra cosa, Rajoy debe tratarlos como a cualquier otro grupo político, sin complacencia pero también sin aspavientos de rechazo pensados para la galería.
Pero es que la bendición a ese grupo político apesta a concesión a ETA a cambio de la «paz».
Amaiur es el reconocimiento de los abertzales de que ETA está derrotada y sólo lleva al desastre incluso a los independentistas. Se han vuelto relativamente «buenos» (ponlo entrecomillado) no por convicción, sino a la fuerza, pero con todo es mejor que cuando seguían siendo «malos». En cuanto a su presencia en el Parlamento, la responsabilidad es exclusivamente de quienes desgraciadamente les han votado…
¿Y si por transigir con ellos no queda para la Historia ese relato veraz de lo sucedido que reclama Maite Pagaza?
Es que eso es precisamente tarea nuestra. Lo tenemos que hacer cada uno de nosotros. Hoy mucha gente que se queja de que Bildu y Amaiur ocupen los espacios públicos, salgan en manifestación o tiren tartas, pero el resto de la sociedad civil no hace nada. Muchos se limitan a decir «a ver si los jueces…». Oiga, pues salga usted y hágalo, como hicimos otros. ¿Por qué no ha habido una manifestación ahora en San Sebastián para decir «por fin tenemos libertad para defender el Estatuto y la Constitución»? Pero allí, en el País Vasco, porque todo lo que se hace en Madrid no sirve. Es como el chiste del borracho que busca la llave de su casa debajo de la farola y le preguntan: «¿Es que la ha perdido usted ahí?», y dice «No, pero es que aquí hay más luz». No es tanto una cuestión de que el juez no les deje como de que los ciudadanos no les dejemos.
Usted es de los que defienden que ETA ha sido ya derrotada. Muchos no lo comparten.
ETA es el uso de la lucha armada. y eso ha fracasado, gracias a las fuerzas de seguridad, a los jueces y a que algunos ciudadanos nos hemos enfrentado a ellos. Digo algunos, porque no han sido todos. Sobre las víctimas todos estamos de acuerdo en que hay que asistirlas, ayudarlas y reconocerlas, pero no son las que más mérito tienen en la lucha contra ETA porque un señor que no había movido un dedo hasta que le han asesinado a alguien de la familia y que entonces sí se ha puesto activamente a luchar contra el terrorismo es lógico que lo haga, pero quizá tiene más mérito la persona que sin que le hayan matado a nadie salió a la calle a defender el Estado de Derecho y las leyes españolas.
Hay quien sí reúne la condición de víctima y previo luchador contra la banda asesina.
Y hay quien no. Es que parece que por un lado han estado los etarras y por otro las víctimas, y no es verdad. A veces se olvida que ha habido ciudadanos que sin que les mataran a nadie salieron a la calle cuando vieron que estaban atacando a otros. Y esa gente que sacrificó su trabajo y su comodidad también cuenta. La primera víctima era España y el Estado democrático español.
Aún no le han perdonado aquello de que se había «divertido» mucho con el terrorismo.
¡Es por ese sentido penitencial de la vida que tiene la gente! A mí luchar por las cosas me encanta, nunca he sido un tipo pasivo. Haber sentido que estaba haciendo una función más comprometida que jugar a recortables me divirtió.
¿Con la deriva nacionalista se nos va de las manos el País Vasco?
De nosotros depende. Hay que decirles que el señor Martín Garitano es el representante del Estado en Guipúzcoa: «Está usted dentro. Si no le gusta, déjelo y váyase a su casa». Y no olvidarnos de que hay casi trescientos asesinatos sin esclarecer. Nada de «a esos ya no los buscamos». Toda esa mermelada de sentimientos y del perdón no vale. Lo que hace falta es justicia. Si hay alguien que quiere arrepentirse, el arrepentimiento se prueba no sólo diciendo «huy, cómo estoy de arrepentido», sino colaborando con los jueces. No hay que decir «a ver si se reconcilian los vascos», sino «a ver si se cumple el Estado de Derecho en el País Vasco». Ahora que no hay asesinatos, ellos dicen que «hasta que no se reconozca al pueblo vasco habrá conflicto político». Y yo les respondo: «Hasta que ustedes no reconozcan que la identidad vasca forma parte desde hace siglos de la española y ha contribuido a formarla, no se habrá resuelto ese conflicto político». ¿No?