Lamentan que ETA haya vuelto a recibir el trato respetable de «grupo separatista», gracias, en parte, a las «pasarelas políticas» gubernamentales.
J. P. QUIÑONERO
07-06-2007-ABC
PARÍS. La prensa europea hace un balance cruel del «proceso» negociador entre ETA y el Gobierno de Zapatero, con unas consecuencias catastróficas para la seguridad nacional y la seguridad europea, favoreciendo el rearme de la banda, dándole una «cobertura» política, agravando las divisiones nacionales, minando la credibilidad del Estado, víctima de un liderazgo «angelical», con un coste endemoniado.
De entrada, queda en suspenso la capacidad personal del primer ministro español para resolver una crisis que él mismo ha agravado. A juicio del «Irish Times», por ejemplo, Rodríguez Zapatero ha estado falto del temple y el buen criterio indispensables para afrontar una crisis de tales proporciones, «tras precipitar a su país en una división sin precedentes desde la transición democrática».
Por su parte, «New Statesman» se toma la libertad de titular: «Alicia en el País Vasco». El primer ministro de España es tratado irónicamente de «Alicia en el país de las maravillas». Y su estrategia contra ETA es calificada de «pensamiento mágico». Ese cóctel de amarga ironía y juicio implacable tiene un costo nacional grave: «Ningún problema político específico había generado tanta tensión y angustia social».
Consecuencia última de tal degradación «angélica» del liderazgo, «vuelve la barbarie», afirma «Chalvidant Info». Y su director, Jean Chalvidant, escribe: «Vergüenza de Zapatero» «cuyo angelismo abrió la puerta a una lista independentista, con una solución que consiguió no satisfacer a nadie» «ZP, que cerró los ojos ante las cartas que reclamaban el impuesto revolucionario» «ZP, que no buscó el consenso nacional, reactivando el Pacto antiterrorista» «ZP, cuyo candor o desconocimiento recogen hoy los frutos de su falta de visión, su inacción y sus tergiversaciones».
A nadie se le oculta que tal «angelismo» de frutos podridos tiene un costo dramático, para España, para Europa, para el PSOE y para su líder, «acelerando el declive» de un partido centenario.
«Frankfurter Allgemeine Zeitung», «Le Monde», «Financial Times», insisten en la evidencia: España entera está a las puertas de la incertidumbre nacional: ¿Cuándo, cómo y dónde volverán a estallar las bombas? «Daily Telegraph» subraya la dimensión europea del riesgo: turistas, playas y vacaciones pueden estar en el punto de mira y el calendario de la banda terrorista.
«Wiesbadener Kurier» plantea tal realidad en un marco de pesadilla: «Fin de un sueño». Sueño de amargo despertar, que «Le Monde» sospecha angustioso: «España teme volver a la rutina del horror».
Rodríguez Zapatero es percibido como el principal responsable de la crisis. Las nuevas amenazas contra las libertades y la vida democrática coinciden con el rearme de ETA, contando con la cobertura política gubernamental. Durante la tregua, escribe «Clarín», «ETA continuó organizando sus comandos, efectuó un robo de armas en Francia y perpetró un salvaje atentado».
Por su parte, los lectores de «Times» y de «Liberation» lamentan que ETA haya vuelto a recibir el trato respetable de «grupo separatista», gracias, en parte, a las «pasarelas políticas» gubernamentales.
Al mismo tiempo, la recuperación de ETA se percibe indisociable del incremento de la inseguridad española y europea. «Wall Street Journal» subraya que Al Qaida «ha seguido el proceso muy de cerca», tomando buena nota de la debilidad gubernamental.
Por su parte, el «Economist» intenta percibir las luces y sombras de la nueva realidad española, con el análisis «Zapatero, acorralado». De entrada, el «Economist» considera positivo que el PP esté saliendo del «proceso autodestructor» que comenzó el 2004, abandonando su «retórica apocalíptica» para adoptar un tono más tranquilo.
Los principales diarios europeos hacen una dura crítica de la estrategia antiterrorista del presidente, del que llegan a afirmar que es víctima de un «liderazgo angelical» con un coste endemoniado.