La Voz de Barcelona

La mejor y más valiosa encuesta -y la única con valor real- es el voto en la urna. Las elecciones generales demuestran que el nacionalismo catalán está estancado en los mismos resultados desde 1977 y ese parece ser su tope máximo. Tras 33 años de Constitución y 31 de Generalidad democráticas, el nacionalismo catalán sigue instalado en los mismos porcentajes de apoyo electoral.

Las elecciones generales es la cita que pone de manifiesto la voluntad de la ciudadanía por gobernarse. Municipales, autonómicas y europeas, obviamente, también, pero la soberanía del pueblo se demuestra en las generales, como marca la Constitución. Desde la primera vez que la población acudió a votar tras casi 40 años de dictadura, en 1977, hasta la última, en 2011, los ciudadanos han mantenido la misma tendencia en el voto, con altibajos, pese a las múltiples manifestaciones mediáticas que afirman que el independentismo es más numeroso que nunca en Cataluña.

Hemos de considerar partidos nacionalistas a CiU, ERC e ICV-EUiA, en mayor o menor grado y pese a valoraciones personales de distintos dirigentes, atendiendo a sus programas electorales. Y partidos constitucionalistas, también en mayor o menor grado y pese a las valoraciones de distintos dirigentes, a PSC-PSOE, PP y CDS. Estos partidos o coaliciones electorales son los únicos que han obtenido escaños en el Congreso (con sus variantes: PSUC, UCD, AP…) por alguna de las cuatro circunscripciones catalanas y son los que se tienen en cuenta para este estudio.

Legislatura constituyente y llegada del PSOE al Gobierno

En 1977, la suma de los partidos nacionalistas (CDC y UDC se presentaron por separado, y todavía existía el PSUC, en lugar de ICV) obtuvo un total de 1.389.524 votos, es decir, el 45,58% de los electores que votaron (frente al 49,02% de apoyo a partidos constitucionalistas). Se hicieron con 22 escaños en la Cámara Baja para una Legislatura constituyente. En 1978 se redactó y ratificó la Constitución.

Una vez aprobada la Carta Magna en toda España, también en Cataluña y País Vasco, con amplios márgenes de apoyo, en 1979 se celebraron las elecciones generales de la I Legislatura. Entonces, el apoyo de los partidos nacionalistas descendió hasta los 1.119.597 votos, lo que se convirtió en un apoyo porcentual del 37,94% del censo participante. Fueron 17 los congresistas nacionalistas que estuvieron en el Congreso (de 350) durante los gobiernos de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo. En este periodo, 30 congresistas de partidos constitucionalistas fueron elegidos en Cataluña.

Las elecciones de 1982 supusieron la victoria del PSOE por mayoría absoluta. Felipe González se convirtió en el primer presidente socialista. En Cataluña, 1.069.397 de personas votaron a coaliciones nacionalistas (un 31,11%; frente al máximo histórico para los constitucionalistas: 64,52%) y en el Congreso sumaron 14 escaños. La II Legislatura ha sido, junto a la de 2008-2011, la de menor presencia nacionalista en la Cámara Baja.

Es decir, los altibajos entre las fuerzas nacionalistas y constitucionalistas varían siempre entre picos de 14 y 22 escaños (mínimos/máximos) para las formaciones nacionalistas y 25 y 33 (mínimos/máximos) para la suma de escaños constitucionalistas. O, lo que es lo mismo, siempre ha habido en el Congreso más representantes de Cataluña constitucionalistas que nacionalistas.

La III Legislatura supuso una mejora en el apoyo electoral a las formaciones nacionalistas: 1.222.798 votos (un 38,58%) y 19 escaños. El apoyo a los partidos constitucionalistas llegó a los 1.791.753 votos. La segunda mayoría absoluta del PSOE permitió que solo tres años después, en 1989, el apoyo y representación de los nacionalistas en el Congreso llegara a su tope desde esa fecha hasta este 2011, año en el que han vuelto a obtener el apoyo de 1977.

Los años de Aznar no fueron el máximo nacionalista

En 1989, con González ya sin mayoría absoluta y con el apoyo de CiU, por primera vez, para gobernar, los nacionalistas llegaron a los 21 escaños, 1.348.451 de votos y el respaldo del 42,69% de los votos emitidos en Cataluña. Similar apoyo obtuvieron en 1993, en la V Legislatura: 21 escaños, 1.626.011 de votos y el 44,38% de los votos emitidos. En estas dos citas electorales, los partidos constitucionalistas obtuvieron 25 y 26 escaños, respectivamente.

Desde 1996 a 2004 el Gobierno estuvo en manos del PP. Contrariamente a lo que se suele decir, ninguna de las dos legislaturas fueron en las que los partidos nacionalistas obtuvieron mayor respaldo ni en escaños, ni en votos (sí lo fue la cita de 2008 pero no en porcentaje), ni en porcentaje de voto emitido.

La VI Legislatura supuso un leve descenso del apoyo a los nacionalistas: 1.611.163 votos (un 41,43% de los votos emitidos) y 19 escaños. Frente a los 27 escaños, 2.229.543 votos y el apoyo del 57,32% de los votos emitidos para el PSC-PSOE y el PP. Y el periodo 2000-2004, el de la mayoría absoluta de José María Aznar, los nacionalistas se quedaron en 17 escaños (29 para los partidos constitucionalistas), 1.355.094 votos y un apoyo del 40,20% de los votos emitidos en Cataluña.

Zapatero y confirmación de mayoría constitucionalista

Las dos legislaturas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), la que se inicia en 2004, tras la mayoría absoluta del PP, y la que va de 2008 a 2011 no solo no suponen un aumento del voto nacionalista sino que, además, sitúan el apoyo a los partidos nacionalistas en su mínimo histórico en representación en el Congreso.

Así, las elecciones generales de 2004 supusieron un leve aumento del apoyo recibido en 2000 para los partidos nacionalistas: 1.709.163 votos, 42,51% de los votos emitidos y 20 escaños en el Congreso. Pero que perdieron en 2008 hasta el mínimo histórico: 14 escaños, 1.254.295 votos (un 33,68% de los votos emitidos). En porcentaje de voto, la cita de 2008 fue la segunda peor de la historia para los nacionalistas, solo superada por la de 1982. Los partidos constitucionalistas incluso suben notablemente de 2004 a 2008, de 27 a 33 escaños.

La X Legislatura, que se iniciará la próxima semana, vuelve a situar el apoyo del nacionalismo en la cita de 1977 o Legislatura constituyente. Con 22 escaños en la Cámara Baja, el apoyo del 44,50% de los votos emitidos y 1.538.107 votos totales, los partidos nacionalistas siguen sin superan a los partidos constitucionalistas, que se quedan con 25 escaños y 1.636.125 votos.

De hecho, comparando los apoyos a partidos nacionalistas y constitucionalistas en porcentaje de voto emitido, los segundos nunca han bajado del 47,34% (obtenido en 2011) y los nacionalistas nunca han superado el resultado de 1977: 45,58%. Y en apoyo absoluto, el peor resultado de los partidos constitucionalistas, en 1977, con el respaldo de 1.493.988 personas, solo ha sido superado (pese a subir el censo electoral) en cuatro ocasiones (1993, 1996, 2004 y 2011) de las once votaciones.

Con estos resultados encima de la mesa, la independencia de Cataluña no solo no está cerca sino que sigue siendo una imaginación de los grupos minoritarios secesionistas que incluso han perdido apoyo en el Parlamento autonómico en los últimos años.