El Gobierno de Cataluña no ha dudado en alertar sobre la «gravedad» que comportaría una sentencia contraria al Estatut por parte del Tribunal Constitucional.
03-03-2007-La Razón
El Gobierno de Cataluña no ha dudado en alertar sobre la «gravedad» que comportaría una sentencia contraria al Estatut por parte del Tribunal Constitucional. Lejos de aceptar el normal funcionamiento del Estado de Derecho, dirigentes del Ejecutivo catalán -y también de CiU- han insistido con sus declaraciones en crear un clima de presión sobre los magistrados del TC antes de que dicten sentencia sobre la legalidad del Estatut. El último fue el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, que ayer dijo que si se declara inconstitucional el texto autonómico «no es que Cataluña tendría un problema, sino que España tendría un problema». Sin embargo, Saura se mostró convencido de que el Estatut «saldrá adelante».