Según la legislación vigente debe ondear, junto a la bandera catalana, la bandera española.
I. ANGUERA / C. DE HOZ
28-11-2006-ABC
BARCELONA/MADRID. El segundo teniente de alcalde y presidente del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, advirtió ayer de que no aceptará que ondee la bandera española en el castillo de Montjuic, una fortaleza que Defensa debe traspasar definitivamente al Consistorio en los próximos meses.
El mismo día en el que otro dirigente republicano, el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, aseguraba ante Su Majestad el Rey que Cataluña «entrará en una etapa de normalidad» con la reedición del tripartito, Portabella añadía leña al fuego justo en el apartado que bloqueó el traspaso del Castillo bajo el mandato de José Bono al frente de Defensa.
Ajeno a los intentos de su formación por dar un perfil más moderado que no incomode al nuevo presidente catalán, José Montilla, Portabella recordó, además, que «el traspaso debe ser real e íntegro, con el consecuente cambio de ubicación de las antenas y el destacamento militar actualmente presente». Remarcó, en este sentido, que «ya es hora de que se desencalle por la vía del sentido común un traspaso justo y querido por la sociedad catalana».
Según la legislación vigente, como edificio público, en el Castillo de Montjuic debe ondear, junto a la bandera catalana, la bandera española.
En su día, José Bono advirtió que el Ministerio no traspasaría estas instalaciones si el Ayuntamiento de Barcelona rechazaba izar la bandera española.
La polémica contradice las palabras de Benach, quien ayer fue recibido en audiencia por Su Majestad el Rey, al que comunicó el resultado del debate de investidura en el Parlamento catalán y, con él, la elección de José Montilla como presidente de la Generalitat. Durante la audiencia se habló de la situación política general, pero también de la intención del tripartito de que esta sea una legislatura marcada por la «normalidad y tranquilidad» en respuesta a los deseos de los catalanes, explicó Benach a la prensa a su salida de Zarzuela.
«Cosas buenas»
El dirigente de ERC señaló que la legislatura pasada ha sido «muy importante, con todo lo que ha tenido de positivo y de negativo». Al hilo de esta reflexión, se vio impelido no tanto a puntualizar qué ha sido lo malo, sino lo bueno. «Ha tenido muchas cosas positivas -dijo a los periodistas-, aunque a veces no lo parezca».
Pero como de lo que se trata es de mirar al futuro, señaló que a partir de este momento lo que hay que hacer es aplicar el Estatuto, gobernar e intentar que los ciudadanos que viven en Cataluña «entiendan la acción de Gobierno, por encima de todo, como una acción positivo para sus intereses y para sus problemas».
Fiel (él sí) a la nueva consigna de bajar el tono y repartir sosiego, agregó que si hace tres años era el momento de la «ilusión y de la alternancia, ahora yo creo que es un momento que se define por las ganas de hacer cosas» y una de ellas parece que no es poner la bandera española en Montjuic.