«Nuestra tragedia es que no terminamos de cerrar el modelo constitucional».
05-11-2007-La Razón
MADRID- El próximo 3 de diciembre Jaime Mayor Oreja recibirá el premio «Convivencia cívica 2007» en memoria de José Luis López de la Calle, concedido anualmente por el Foro Ermua. Con este galardón se quiere reconocer las dos grandes culturas de la convivencia que han existido en España: la cultura de la Transición, en la persona de Gabriel Cisneros, y la cultura de Ermua, en su persona.
Se ganó a pulso la fama de hombre prudente siendo ministro del Interior en aquellos años en los que los concejales del PP en el País Vasco eran sistemáticamente asesinados por ETA. Cuando le pregunto: «¿Quién es Jaime?», sencillamente responde: «Un privilegiado por poder decir ahora lo que otros muchos amigos míos lamentablemente ya no pueden». Tras la serenidad de su mirada azul está oculta la procesión que va por dentro. Parece tranquilo, pero está profundamente preocupado por España. Asume que la noticia más nefasta que podría recibir en los próximos meses sería la reelección de Rodríguez Zapatero como presidente. Si le pregunto por la mejor, me responde: «La que usted y yo, como vascos, sabemos».
Faltan escasamente cinco meses para las generales. ¿Cómo valora el proyecto político del actual presidente del Gobierno?
Me parece un proyecto profundamente perverso que trabaja para hacer una España irreconocible, sin valores, y que promociona que la cultura del mérito no exista. Representa un rumbo radicalmente opuesto al de la Transición, donde todos trabajábamos por un bien común: la concordia entre todos los españoles. Durante esta legislatura hemos visto muchas cosas, pero no me gusta nunca hablar de improvisación porque minusvalora la gravedad del proyecto político que Rodríguez Zapatero está ejecutado materialmente.
Negociación con ETA
¿No va siendo hora de reformar la Constitución?
Sí, yo creo que hay que hacer una reflexión profunda de qué tipo de reforma constitucional hay que hacer y además hace falta que no sea de cara a la galería, sino una reforma que luego se lleve a la práctica. Hace falta ya dar por cerrado un modelo. Nuestra tragedia es que parece que nunca terminamos de cerrarlo. Ahora mismo no sabemos cómo va a terminar el dictamen del Tribunal Constitucional con respecto al Estatuto de Cataluña.
¿Cómo se ha llegado a que el Gobierno negocie políticamente con los terroristas?
ETA ha conseguido tres negociaciones políticas en la última década. La primera fue con el PNV en Estella. La segunda con ERC en Perpiñán y la tercera con Rodríguez Zapatero. En tres ocasiones ETA ha conseguido tres legitimaciones, tres interlocutores que le han permitido jugar el papel de parecer una representación democrática, de ahí la debilidad de la actual política española. Ahora vemos que sus consecuencias son un disparate. Es la década de lo que yo llamo uniones temporales de empresas. ETA y PNV hicieron una unión temporal de empresas en Estella alrededor de la autodeterminación. ETA y ERC hicieron otra para comprometerse en la ruptura de España y la Constitución, y por último ETA y Zapatero han protagonizado la última para marginar y triturar los valores del centro derecha. No sólo es Zapatero y el PSOE, el PNV y ERC han tratado también a ETA como un interlocutor válido.
¿El proyecto de Zapatero y el de ETA convergen en algún punto?
El proyecto de Zapatero quiere principalmente terminar con la España tradicional, es una ofensiva de valores, mientras que ETA protagoniza una ofensiva territorial, pero los dos coinciden en que la España irreconocible de Rodríguez Zapatero y la España rota de ETA tienen tramos comunes que comparten como: poner en crisis la Constitución, a las víctimas, a los movimientos cívicos-constitucionalistas y a los partidos como el PP que creen en la Constitución y sus valores. No estarán de acuerdo al final en lo que exigirá ETA, que será el poder y la autodeterminación o la posibilidad de tener un derecho unilateral de secesión desde País Vasco, pero el daño, la chapuza en la que va a dejar sumida a España Zapatero, va a ser muy alto.
ANV y el plan Ibarretxe
¿Por qué se ha consentido la legalización de ANV?
La legalización de ETA era una pieza esencial en esta negociación.
¿Quiere decir usted de ANV?
No, no, de ETA, yo digo ETA, es todo lo mismo: ANV y el PCTV. Es la legalización de ETA en los ayuntamientos y en el Parlamento vasco. Zapatero necesita a ETA, por eso la legaliza y le permite obtener dinero de las fuentes de financiación públicas. Les necesita para realizar su proyecto político y hacer una segunda Transición. Es sustituir al centro-derecha español por los nacionalistas y también por ETA. Siempre he dicho que en esta negociación habrá dos partes: la primera ya se ha cubierto con la legalización de ETA y la segunda será esencialmente el gran debate sobre los referéndum. Buscar el cómo se puede legitimar y prestigiar el concepto de la «consulta popular» para aproximarse al concepto de la autodeterminación. Ésa será la segunda parte de la negociación, que por supuesto si gana Rodríguez Zapatero, existirá.
¿En qué consiste esta segunda parte del plan Ibarretxe?
El plan Ibarretxe es el proyecto de ETA, la herencia del pacto que ETA y PNV hicieron en Estella. La diferencia anterior entre ellos era que el PNV quería la independencia a plazos. Desde el momento en que Ibarretxe concreta una fecha para una «consulta popular», está convirtiéndose en el mismo proyecto que el de ETA. Ibarretxe quiere competir con ETA en la titularidad del equipo del movimiento nacionalista para que en el segundo tiempo del partido, el PNV y el plan Ibarretxe puedan sustituir a ETA. ETA ha abierto en el primer tiempo el camino de la negociación y para rematarla en el segundo ya no es sólo suficiente ETA y el Gobierno, necesita también que entre en juego el Gobierno vasco, el plan Ibarretxe. El PNV y ETA compartirán protagonismo.
¿Cree ya Zapatero a día de hoy que va a ganar las elecciones?
Desde luego lo va intentar como sea, ese «como sea» significa que recibe a Ibarretxe para decirle que no al plan, que recibe al día siguiente a Sanz para decirle que sí al Gobierno de Navarra y que impulsa el encarcelamiento de la mesa nacional de Batasuna. Es evidente que todo esto lo hace en el descanso de la negociación porque sólo hay un objetivo para Zapatero, ganar como sea las Elecciones Generales para que haya un segundo tiempo del partido en el que tratará de acostumbrar a los españoles a ir más allá de la Constitución, a ser flexibles con el concepto de hacer referéndum consultivos o de qué manera se pueden incorporar en el ordenamiento jurídico español estos instrumentos. La única incógnita que tengo, si Zapatero ganara las elecciones, es saber cuántos meses duraría el Gobierno de UPN en Navarra.
Bermejo, la voz de Zapatero
El pasado 18 de octubre el ministro Bermejo aseguraba que «volverán a darse las condiciones para dialogar con ETA».
Ese día no habló Bermejo, habló Zapatero, es decir la voz fue la de Bermejo pero la orden fue de Zapatero. Después del encuentro de Sanz y del encuentro de Ibarretxe, de cara a los españoles, necesitaba devolver una esperanza de cara a ETA, necesitaba tranquilizar a la banda terrorista, necesitaba decir: va a haber una nueva negociación, lo dice mi ministro de Justicia. Es impensable que por bocazas que sea un ministro, no digo que Bermejo lo sea, es imposible que esto surja de la libre voluntad y decisión de él. Esto está ordenado, inspirado o consensuado.
¿Cómo se entiende el encarcelamiento de la cúpula de Batasuna precisamente ahora?
Cuando Garzón ordena el encarcelamiento está diciendo que lo que ha hecho el Gobierno en estos años, tratándoles como hombres de paz, era profunda y radicalmente equivocado. No haré más consideraciones sobre las motivaciones de hacerlo ahora pero es evidente que esto forma parte del contexto del descanso de una negociación. Una vez más la política dirige esencialmente los tiempos de la negociación.
Parece que la justicia ha estado dormida tres años largos.
Hay un criterio que lo expuso con enorme claridad ese brillante ministro de Justicia que tenemos cuando dijo que: «Las leyes deben saber siempre aplicarse de acuerdo con las circunstancias políticas». Esa teoría es terrible, pero desde luego parece que ellos la ejecutan diariamente.
La sentencia del 11-M
¿El presidente Zapatero permitiría una consulta popular como la que plantea Ibarretxe?
Como la que plantea Ibarretxe no, pero probablemente puede negociar las reformas legislativas necesarias para que lo que hoy es impensable sea posible dentro de unos meses. Ensayará fórmulas de aproximaciones sucesivas para acostumbrar a la sociedad. Irá alentando situaciones intermedias hasta que al final se pueda alcanzar el tipo de referéndum o consulta popular que dé satisfacción a ETA y PNV.
Y poniéndonos en lo peor… ¿Qué hacemos con los 200.00 desterrados vascos que no podrían votar?
Para que esto sea posible y los vascos desterrados puedan votar hace falta que el PP gane las elecciones porque, evidentemente, Zapatero jamás apoyaría o estimularía una iniciativa de estas características. Al final todo esto nos lleva a que hace falta articular otra mayoría en España, es lo más urgente y lo más importante.
Sobre el 155 de la Constitución. ¿Cree que Zapatero lo aplicaría si se convocara ese referéndum en el País Vasco?
No, no, pero vamos a ver, si es que él va a negociar sobre ese referéndum, olvidémonos del desarrollo y la aplicación del 155 con Zapatero. Él va a negociar con ETA en cuanto terminen las elecciones generales y lo que va a negociar es precisamente la posibilidad del referéndum, de la consulta, del derecho a decidir de los vascos. ¿Cómo va a pensar en aplicar un artículo constitucional que significa hacer frente a este desafío? Él va a negociar que este desafío para la España constitucional sea una posibilidad en la España irreconocible que pretende generar y construir en su segunda Transición.
¿Cómo valora la sentencia del 11-M?
Repito palabra por palabra la declaración que hizo Mariano Rajoy el mismo día que se dio lectura a la sentencia. No tengo ni una sola coma que añadir a la valoración que hicieron Zaplana y Acebes como portavoces del partido.
¿Alguna última reflexión?
Detesto la mentira y la manera en que se apodera de una sociedad en pocos años. España es una maravillosa nación y nunca tan diferente como dice el tópico. Mi deseo es encontrar la solución para la España que nos va a dejar Rodríguez Zapatero
Es posible que necesitemos al genio de la lámpara para conseguirlo, pero por si acaso no apareciera, nunca está de más tener cerca la luz y la experiencia de Jaime Mayor Oreja.
«Hay una ofensiva laicista y nacionalista»
Parece que la concordia de la Transición se perdió en el Pacto del Tinell. ¿Es posible marginar a más de diez millones de personas?
Se está haciendo. Desde la Transición las fuerzas políticas mayoritarias han sido la izquierda y la derecha. Zapatero trata de sustituir al PP por los nacionalistas y muy especialmente por ETA. Quiere cambiar el tablero político español haciendo una segunda Transición con ETA. No hablamos sólo de la negociación política con la banda terrorista, sino del deseo de legalizarla y legitimarla parcialmente.
¿Estamos frente a una segunda Transición?
Desde luego, y lo vengo denunciando desde hace mucho tiempo . Es como si la primera Transición hubiera resultado insuficiente para la izquierda y necesitaran hacer una segunda. Hay una ofensiva de valores, una ofensiva laicista y una nacionalista y ambas coinciden en que al final tiene que haber una cierta ruptura o desvertebración de España. Lo que han hecho para decir que la Transición fue insuficiente es la ley de la Memoria Histórica. Es un disparate porque no hay consenso, es una España que trata de ser incómoda para un sector de la sociedad y esto es malo para la izquierda, la derecha y todos los españoles.
¿Por qué no tenemos conciencia de país como Francia, Alemania o Gran Bretaña?
Porque en el fondo se pensaba que era muy radical que un español hablase de España y si lo hacía podrían alentarse los fantasmas del nacionalismo vasco y catalán. Tenemos un complejo que no hemos superado todavía.
Gracián y la vida en el avión Mayor Oreja nació un 12 de julio de 1951 en San Sebastián, pero añora Villafranca de Ordizia y todos los recuerdos que de ella evoca. Se considera una persona que entró por azar en la política, aunque ha hecho de ella su pasión y vocación. Vive entre Madrid, Bruselas y Estrasburgo. Vicepresidente del Partido Popular Europeo, reconoce que ha tenido que aprender a trabajar y a dormir dentro del avión aunque no le gusta volar. Es un hombre de raíces que prefiere sentir la tierra bajo sus pies y estar cerca de su familia. Sencillamente prefiere la tortilla de patata y un buen tinto para acompañarla que exquisiteces más elaboradas. «El arte de la prudencia» de Baltasar Gracián es su libro de cabecera y la romanza de «El Caserío», zarzuela del maestro Jesús Guridi, una de sus melodías preferidas. Su mejor y peor recuerdo en lo político son dos caras de la misma moneda que acaecieron con pocos días de diferencia. La larga madrugada en la que se liberó a Ortega Lara fue la cara. La cruz, la crueldad de la venganza de ETA en el asesinato a cámara lenta de Miguel Ángel Blanco. Jaime Mayor Oreja asegura que el espíritu de Ermua es el origen del pánico y nerviosismo que tienen los nacionalistas a España: «Generó el primer movimiento social que hicimos juntos todos los españoles contra ETA». Hoy todos sabemos que tras aquellas semanas se gestó el Pacto de Estella entre la banda terrorista y el PNV.