La Voz de Barcelona

Era un secreto a voces pues el movimiento #novullpagar fue impulsado por dos partidos con representación en el Parlamento autonómico, Solidaritat y ERC, pero desde este viernes ya se sabe con seguridad que detrás de la iniciativa no estaba el hipotético trato injusto por parte de las concesionarias y las administraciones con los ciudadanos que circulan por las autopistas de Cataluña.

El objetivo era promocionar la independencia de Cataluña. Así lo han puesto de manifiesto dos impulsores del movimiento #novullpagar que han anunciado una marcha a pie desde Vic (Barcelona) hasta Estrasburgo (Francia) -unos 1.100 kilómetros- para pedir al Parlamento Europeo la secesión de Cataluña.

“Queremos presentar nuestras ansias de independencia y de ser un Estado propio, pero de una forma pacífica”, ha explicado Xavier Messeguer, en rueda de prensa. Por su parte, Robert Garrigós ha indicado que el objetivo es llegar a Estrasburgo el próximo 9 de septiembre y reunirse con parlamentarios el día 11, coincidiendo con la fiesta autonómica, aunque aún no hay cerrada ninguna entrevista.

Los dos marchantes tendrán como apoyo algunos vehículos que transportarán su equipaje, la comida y les servirán para descansar entre etapa y etapa, si bien prevén pasar las noches en campings, según ha informado Europa Press. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del CIEMEN y hay contactos para que también sea respaldada por la Asociación de Municipios para la Independencia (AMI), liderada por el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal (UDC), y Ómnium Cultural.

100 euros por impago

El movimiento #novullpagar se inició el pasado mes de abril y tomó cierto impulso con la publicidad que los diputados autonómicos y dirigentes de Solidaritat y ERC dieron de las acciones, si bien, solo los diputados autonómicos de Solidaritat devolvieron sus Teletac de los peajes y protagonizaron actos de impago.

Desde la Generalidad de Cataluña se informó desde el principio que tramitaría las denuncias que las empresas concesionarias interpusieran a través de los Mossos d’Esquadra. La negativa a pagar un peaje supone una multa de 100 euros que cobra la Administración autonómica. Ya se están cobrando las primeras multas.