Plantea que los estudiantes de centros que incumplan el nivel de bilingüismo puedan ir a otra escuela. En esas escuelas estudian más de la mitad de los alumnos del País Vasco

9-9-2008 – DIARIOVASCO.COM
MARTA FDEZ. VALLEJO| SAN SEBASTIÁN.
DV. Los colegios que no logren los objetivos lingüísticos que pretende establecer el Departamento de Educación podrán perder las subvenciones económicas que reciben del Gobierno Vasco. Esa posibilidad figura en uno de los artículos del proyecto de ley marco de enseñanza, aprendizaje y evaluación de las lenguas oficiales y extranjeras de Euskadi, diseñado por la consejería en manos de EA y que Tontxu Campos presenta durante estos días a partidos políticos, sindicatos y agentes educativos. Los centros concertados acogen a más de la mitad de los alumnos de la comunidad y el Ejecutivo autónomo les financia casi un 70% de sus presupuestos. Sin subvenciones no serían viables.
En concreto, la propuesta indica que si el centro incumple el nivel de euskera que quiere fijar el Gobierno Vasco, esa situación acarreará la «pérdida de prioridad» para acceder a la concertación económica. El Ejecutivo de Ibarretxe dedica anualmente 500 millones de euros a los más de 350 centros privados que subvenciona.
El proyecto de ley también marca los límites del juego a la escuela pública. Señala que los padres que tengan a sus hijos en colegios públicos que no logren euskaldunizar a los alumnos tendrán derecho a pedir el traslado de matrícula a otro centro que sí cumpla los objetivos, aunque no les corresponda por lugar de residencia o baremos.
Condicionar la ayuda
La pérdida de la subvención por no lograr las metas de bilingüismo es un temor que planea desde hace tiempo sobre la red concertada. De hecho, es uno de los argumentos que emplean algunos centros para justificar ante los padres la eliminación del modelo A. También el nuevo plan de financiación del sistema de enseñanza que prepara el departamento -otro de sus proyectos en estudio-, ya apuntaba la posibilidad de condicionar el dinero que recibe un colegio al servicio que presta, en atención a la inmigración o necesidades especiales, y los objetivos que cumple, entre ellos los lingüísticos.
El proyecto de ley de enseñanza de lenguas que trata de sacar adelante la consejería de Campos detalla que los escolares deberán hablar y escribir correctamente en euskera y castellano al finalizar la Secundaria, con 16 años. En la situación actual sólo las ikastolas, y no todas, podrían superar las pruebas en lengua vasca. Los últimos exámenes realizados por el Instituto Vasco de Evaluación dejaron claro el punto del que parte cada sector: apenas dos tercios de los estudiantes del modelo D, en euskera, y un tercio de los del B, bilingüe, demostraron un nivel suficiente al finalizar la Secundaria. Colegios concertados con modelos B, o incluso líneas D que acogen alumnos de familias y zonas castellanoparlantes, tendrían que reforzar la euskaldunización si la reforma se aprueba y quieren sobrevivir.
La ley que impulsa la consejería vasca marca a los colegios un mínimo de un 60% de asignaturas en euskera, y les deja autonomía para distribuir el 40% restante entre castellano e inglés. El departamento considera que ese 60% es el porcentaje mínimo para que una escuela logre formar alumnos bilingües, después de la «experiencia acumulada en estos 25 años de funcionamiento de los modelos».
El consejero volvió a argumentar ayer su teoría sobre la necesidad de la reforma lingüística durante la presentación del nuevo curso en la escuela Gorondagane de Sondika. «El objetivo es que los alumnos lleguen a ser bilingües, tal y como establecen la Ley de Normalización del Uso del Euskera y la Ley de la Escuela Pública Vasca», dijo. En caso contrario, defendió, «habría que cambiar las leyes, y creo que nadie quiere modificar la legislación».