Tras casi un año y medio de fricción social y política hoy ha sido refrendada en el Parlamento catalán la última versión de la nueva Ley Educativa Catalana (LEC), que traerá consigo el «blindaje definitivo» de la inmersión lingüística en las escuelas y que concede a la Generalitat competencias exclusivas para gestionar el sistema educativo. La Comisión de Educación y Universidades del Parlamento ha aprobado este jueves el proyecto de la LEC, en un paso más hacia el plenario que debe dar luz verde para su aprobación definitiva.

El presidente de la Generalitat, José Montilla
Redacción Cultura – 07-05-09
LA CLAVE
Va contra la Constitución. Va contra la libertad. Va contra los catalanes. Va contra la educación. Va contra España. Pero es lo que el PSOE necesita para seguir en el poder. Vergonzoso.
En una comisión cargada de simbolismo y de agradecimientos, las votaciones se realizaron a partes muy concretas, pero finalmente el proyecto de ley superó el último paso antes de someterse al pleno del Parlamento catalán, que tendrá lugar a principios de junio.
Durante las intervenciones, la diputada de CiU Irene Rigau destacó que es la primera vez que «casi un gobierno entero» y el principal partido de la oposición alcanzan un acuerdo sobre una ley educativa. El diputado de ERC Josep Maria Freixenet definió la LEC como un texto «catalanista y social», que eleva la educación por encima de la coyuntura «de lo público y lo concertado».
La diputada de ICV-EUiA Dolors Camats anunció su voto positivo hacia asuntos como «la escuela catalana y la gestión municipalista». Sin embargo, criticó que la LEC no resuelve la exigencia de responsabilidades a las escuelas concertadas y públicas, cometido para el que se realizó el Pacto Nacional por la Educación Pública (PNE), remarcó.
Consideró que la LEC nace «sin el consenso social necesario», y criticó que es una ley «ideológica» porque no incorpora cuestiones «tan aceptadas socialmente», como es la concepción de una sociedad mixta. Para el diputado del PP Rafael López, la LEC «no se ha realizado en el Parlament, sino que se ha producido una invasión del poder ejecutivo en el legislativo» por parte de la Conselleria de Educación.
Con esto, criticó que se ha desarrollado en base al Estatuto y no en relación al marco estatal -la Ley Orgánica de Educación (LOE)-, así como el blindaje lingüístico, que imposibilitará la aplicación de la tercera hora de castellano. «Aquí estaba la gran trampa y la prisa de esta ley, es ridícula», afirmó. La misma postura sostuvo el diputado de C’s Antonio Robles, quien apeló también a la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la casilla de la opción lingüística. Dijo que esta ley le recuerda al Espíritu Nacional, y criticó que «sólo se ha hablado de catalanismo y de la frasecita de escuela catalana, pero no de fracaso escolar». Por ello, lamentó que la LEC «nace infectada de racismo cultural».
Gracias a este nuevo marco legal, que se aprobará, previsiblemente, a comienzos del próximo mes, la Generalitat tendrá libertad absoluta para decidir sus contenidos curriculares, es decir qué materias imparte y cómo las organiza, y tendrá también vía libre para gestionar sus plantillas docentes.
La Ley se aprobará fruto de los votos de otro «tripartito», formado por PSC, ERC y CiU. Es decir, que permite la sociovergencia, con el permiso de Esquerra. El PP y C’s también se oponen. Será la primera vez que los ecosocialistas votan en contra de una ley del Govern en las dos legislaturas que lleva el tripartito en la Generalitat. ICV tuvo discrepancias con sus socios de PSC y ERC en asuntos como el túnel de Bracons y la Línea de Muy Alta Tensión (MAT), pero los tres partidos nunca se han dividido frente a una ley, que además es uno de los pilares básicos de esta legislatura.
Y es que esta ley contempla la creación de un cuerpo de profesorado propio y unas oposiciones diferenciadas, que se realizarán en catalán y requerirán a los aspirantes no sólo conocer la lengua autonómica sino también «las instituciones» de esta Comunidad. La normativa establece además que «el principio de coeducación a través de la escolarización mixta será objeto de atención preferente», aunque no rechaza que los centros que separan por sexos puedan acceder a las ayudas.
La LEC liquida además la polémica tercera hora de castellano y entierra las pocas esperanzas que mantenían aún los defensores del bilingüismo de que se restableciera el equilibrio entre las dos lenguas oficiales en esta Comunidad. De hecho, la nueva normativa no sólo blinda el modelo lingüístico, convirtiendo al catalán en la única lengua de uso en la escuela -el castellano queda por detrás del inglés con sólo dos horas semanales-, sino que permite que se puedan impartir contenidos curriculares en «lengua extranjera» pero no en castellano.
Los convergentes han velado y mucho -por encargo explícito de su líder Artur Mas- para que en el último texto que esta semana se remata en el Parlament se refuerce el papel de la escuela concertada. En este sentido, la ley contempla que los conciertos se extiendan al bachillerato y la FP, y acepta también que los centros que practican educación diferenciada puedan acceder al concierto. Este último punto ha llevado a los ecosocialistas a oponerse a la ley.
Iniciativa considera que la LEC «no es una ley de país» y no garantiza los mismos derechos y obligaciones para la red pública y la concertada.
Por su parte, los dos partidos nacionalistas en el Parlament, CiU y ERC, han bendecido la ley y han elogiado que blinde la inmersión lingüistica, iniciada precisamente por los gobiernos convergentes.
A este respecto, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha definido esta ley como «la más importante de esta legislatura» y ha celebrado que «con el blindaje de la inmersión lingüística ningún juez pondrá en jaque nuestro sistema». Los republicanos han destacado que «en ocho años el Govern tendrá que duplicar su inversión en educación en el PIB». Por su parte, la responsable de educación de CiU, Irene Rigau, se expresó en una línea parecida a ERC, pero añadió que «se han aceptado el 90 por ciento de nuestras enmiendas, hemos conseguido una ley de país que mejora el proyecto que entró en el Parlament».
El diputado del PP Rafael López ha lamentado que la LEC «rompe el Gobierno catalán cuando debería ser una ley de país». A su juicio, esta ley «genera el mayor rechazo social de la historia, no tiene el apoyo del profesorado –el sindicato mayoritario, Ustec–STE’s, es contrario a la LEC– y es ampliamente nacionalista, las familias se quedan sin derechos lingüísticos».
Finalmente, cabe decir que la portavoz de ICV, Dolors Camats, insistió ayer en que su formación no apoyará una ley que «no es asumible en puntos clave». Camats señaló que «no se equiparan las obligaciones entre la escuela pública y la concertada, los segundos salen reforzados y con menos cargas».