El espectáculo deportivo pudo ser muy interesante, pero la falta de respeto hacia el himno nacional y los abucheos contra los Reyes al entrar en el estadio, demuestran la catadura moral de un populacho motivado sólo por el enfrentamiento entre dos comunidades representadas por su equipo de fútbol. Una actitud muy significativa para valorar el nivel social de un país, lamentablemente volcado a la decadencia de sus valores cívicos.
FÉLIX DE MONTEMAR | Barcelona
El espectáculo deportivo pudo ser muy interesante, pero la falta de respeto hacia el himno nacional y los abucheos contra los Reyes al entrar en el estadio, demuestran la catadura moral de un populacho motivado sólo por el enfrentamiento entre dos comunidades representadas por su equipo de fútbol. Una actitud muy significativa para valorar el nivel social de un país, lamentablemente volcado a la decadencia de sus valores cívicos.