Lobeira pidió que los magistrados «que no conozcan el idioma gallego» no puedan impartir justicia en esta autonomía.
E. MONTAÑÉS / J. L. JIMENEZ
03-03-2007-ABC
SANTIAGO. La defensa del gallego por parte de Bieito Lobeira, diputado del BNG, no tiene límites. Si el político nacionalista ya reclamó en su día que las muñecas hablaran en gallego y posteriormente que todas las lápidas de los cementerios de esta Comunidad figuraran en esta misma lengua, ayer fue más allá en sus peticiones. Así, Lobeira pidió que los magistrados «que no conozcan el idioma gallego» no puedan impartir justicia en esta autonomía. Por este motivo, el Grupo Parlamentario del BNG solicitó la puesta en marcha de medidas en defensa de los derechos lingüísticos en la administración de la Justicia, y especialmente la implantación del gallego en las facultades de Derecho de las tres universidades de esta Comunidad para que se «normalice» el uso del idioma en la Justicia.
A través de una iniciativa parlamentaria, Lobeira denunció actitudes como las mostradas por el juez decano del Juzgado de lo Social número 3 de La Coruña en las que se manifestaba «harto con el tema del gallego». Lobeira recordó que no es el único «ataque» a la lengua gallega que protagoniza este magistrado y se refirió a que en otra ocasión negó el derecho a recibir una notificación judicial en gallego.
Además le acusó de emplear, «de manera provocadora», el «topónimo deturpado de La Coruña». De esta forma, el diputado del BNG reclamó que «no se pueda impartir justicia» en Galicia por magistrados que no conozcan el idioma gallego. Por ello, según informa Efe, pidió a la Secretaría General de Política Lingüística de la Xunta que informe al respecto, así como que dé a conocer si existen campañas de información sobre derechos lingüísticos en la Justicia.
«Seguidismo» del presidente
Pero el «protagonismo» del BNG en la jornada de ayer también se trasladó al Ejecutivo bipartito, donde suenan tambores de guerra por el futuro del astillero fenés de Navantia. Y todo porque el BNG no está a dispuesto a hacer el mismo seguidismo de las doctrinas del Gobierno central que ayer protagonizó el presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño. El día después de que la Comisión Europea le comunicase al consejero de Industria, Fernando Blanco (BNG), que no veía razones para permitir una renegociación de la situación de Navantia-Fene, Touriño se limitó a acatar la decisión de Bruselas, acorde con la nota hecha pública también por el Ministerio de Economía y Hacienda, en la que se afirmaba tajantemente que «no existe posibilidad de renegociación de los acuerdos que limitaron la actividad del astillero» ubicado en Perlío.
Desde Barcelona, el jefe del Ejecutivo autonómico reafirmó ayer el «compromiso efectivo y cierto» de su Gobierno con la comarca de Ferrolterra, al tiempo que anunció que en breve se presentará el Plan de Reindustrialización de la zona, que seguirá las líneas que ha mantenido la SEPI y el Gobierno central desde el primer día: que los terrenos ociosos de Astano sirvan para albergar proyectos industriales alternativos. O lo que es lo mismo, la Xunta cierra el capítulo de defender a Galicia y asume como suyo el plan del Estado.
Pero si el presidente de la Xunta no critica ni por error a ningún representante del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ayer Fernando Blanco mostró su contrariedad ante un Estado que se enfrenta a la UE «en algunos temas como las opas» pero se niega a renegociar la situación del astillero gallego.
A juicio del titular de Industria, la postura del director general de la Competencia podría haber sido otra si en su visita a Bruselas hubiese contado con el respaldo del ministro del ramo, Joan Clos, o el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles.