El líder de Unió, Josep Duran Lleida, se convirtió ayer en el primer dirigente catalán (PPC y Ciutadans al margen) que reconoce que el Estatut puede tener elementos inconstitucionales.
I. A. | BARCELONA
El líder de Unió, Josep Duran Lleida, se convirtió ayer en el primer dirigente catalán (PPC y Ciutadans al margen) que reconoce que el Estatut puede tener elementos inconstitucionales. El presidente del comité de gobierno de UDC rompía así el férreo bloque defensivo impuesto hasta ahora tanto por CiU como por el PSC, ERC e ICV en favor de la constitucionalidad del texto. Esta ley, aprobada en 2006 en referendo, ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PP, el Defensor del Pueblo y diversas comunidades autónomas.
Duran afirmó ayer que «un Estatuto tan largo (como el catalán) puede contener algún elemento de inconstitucionalidad», una afirmación que suponía hasta ahora un auténtico anatema en la política catalana. El líder socialcristiano se apresuró a aclarar que «está convencido de que el núcleo» de esta ley orgánica «era y sigue siendo constitucional». Pero sus palabras parecen preparar a la opinión pública para una sentencia del Tribunal Constitucional que ponga límites a la ampliación de competencias autonómicas asumida con este texto.
Duran hizo estas afirmaciones en una entrevista en Punto Radio, donde aseguró que «a pesar de que pueda creer que en algún aspecto pequeño o en algún detalle pueda ser inconstitucional, creo en la constitucionalidad del meollo estatutario».
El Tribunal Constitucional podría posponer la sentencia sobre los siete recursos interpuestos contra el texto catalán hasta el próximo mes de junio, según avanzó ABC. Se trata del calendario con el que trabajan también los partidos catalanes, que sitúa la sentencia a las puertas de las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar el próximo 7 de junio.
Tribunal dividido
Aunque tanto los estamentos políticos como los jurídicos reconocen que el TC ha superado ampliamente cualquier plazo de tiempo razonable para resolver los recursos interpuestos contra el Estatut, unos y otros se muestran proclives a creer que la sentencia se demorará para conseguir el máximo apoyo a la resolución final. Las recusaciones cruzadas de magistrados del sector conservador y progresista han dividido como nunca al Alto Tribunal, del que ahora se espera una sentencia básicamente interpretativa. Esa sentencia, y los recortes que imponga al Estatut, será la primera prueba de fuego para el tripartito catalán, por lo que CiU y ERC no dejan de especular sobre la respuesta a un fallo contrario.
En este sentido, Duran afirmó que confía en un fallo «positivo», pero que si no es así habrá que buscar una respuesta «lo más unánime posible». En este sentido, señaló que el presidente catalán, José Montilla, «ante esa eventualidad» o ante «supuestos más graves», debería liderar «una respuesta unitaria» desde Cataluña, y llamó a evitar que cada partido «vaya por su cuenta», como sucedió en la «fase final» de aprobación del Estatut.
CiU, desorientada
La portavoz de ERC en el Parlament, Anna Simó, utilizó las dudas de Duran respecto a la constitucionalidad de algunos puntos del Estatut para contraponer «el rumbo» claro adoptado por ERC frente a la «desorientación» de CiU y el PSC en esta materia. Simó concluyó que en el momento actual Esquerra es la formación catalana que tiene «más claro» dónde está, de dónde viene y qué necesita Cataluña.
La portavoz de ERC en el Parlament destacó la contradicción entre los dirigentes de Converg_ncia Artur Mas y Oriol Pujol, que consideran totalmente constitucional el Estatut, y las dudas mostradas ayer por el líder de UDC. Señaló también que, mientras que CDC propone un referendo si el Constitucional recorta el Estatut, Duran ya se ha desmarcado de esta opción.
En cuanto al PSC, Simó aseguró que la formación está «degustando las contradicciones de ser partido al Govern» y lamentó que los socialistas catalanes no tengan claro «de quién son los votos que hicieron posibles los 25 diputados que tienen al Congreso, si suyos o de Zapatero».