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Los incidentes entre pesqueros españoles y Guardia Civil con las autoridades de Gibraltar en las aguas que rodean el Peñón son casi diarios. El reciente acoso a pesqueros españoles y la decisión del Gobierno español de anular la visita de la reina doña Sofía a Inglaterra, abre de nuevo el debate sobre la soberanía de esta colonia británica –paraíso fiscal que representa una población de 30.000 personas, «llanitos», y que genera continuos conflictos diplomáticos y jurisdiccionales con España–.

Debates en Libertad no ha dejado pasar la oportunidad para abordar en profundidad el problema de Gibraltar y los 300 años de colonia Británica en territorio español. Al programa acudieron Jesús García Calero, redactor jefe de Cultura de ABC; José María Lancho, abogado y presidente de Hispalinux, y Emilio Campmany, analista del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES).

En opinión del jefe de cultura de ABC, José María Calero, Gibraltar se ha convertido en algo muy pintoresco, en una «singularidad que va a necesitar una solución singular». Solución que, según los invitados debería pasar, como expresó José María Lancho por «la descolonización». Un debate, el de la descolonización, que se «debe retomar» pero «teniendo en cuenta a todas las partes afectadas». Ya que cuando se aborda esta problemática, a menudo, «se olvida a los habitantes de San Roque» y a los «desplazados por la colonización de la roca».

Emilio Campmany recordó que «los británicos han estado violando sistemáticamente el tratado de Utrecht» ya que son «30.000 personas que viven en un paraíso fiscal». Esto representa un verdadero problema si la resolución a la problemática pasara por un referéndum de los llamados «llanitos». Así, para Campmany, el Estado español debería cerrar la verja y cambiar el statu quo para que la vida de los llanitos en Gibraltar deje de ser paradisíaca. Esto se lograría, insistía el analista de GEES, simplemente haciéndoles copartícipes de los derechos y obligaciones con el fisco inglés o español.

Una de las políticas más efectivas en el conflicto con Gibraltar fue la que llevó a cabo España en los años 60. «Pero claro, como aquel planteamiento» fue iniciativa del franquismo, tanto González (que abrió la verja) y Rodríguez Zapatero (cuyo ministro Moratinos llegó a hacer una visita de Estado a Gibraltar) «decidieron hacer lo contrario», coincidían Jesús García Calero y Emilio Campmany.

Una de las conclusiones del programa es que Gibraltar hace que España viva en una «afrenta continua».