«Ha dado impunidad a ETA»
06-10-2007-ABC
Las asociaciones de víctimas del terrorismo Covite, Fundación Gregorio Ordóñez y Fundación Miguel Ángel Blanco se plantaron ayer en el Parlamento vasco para reprochar al Gobierno de Ibarretxe haber proporcionado impunidad a ETA. Otras asociaciones, como la AVT, prefirieron no estar presentes y desaprovecharon la ocasión para expresar sus reproches.
A través de Cristina Cuesta, Ana Iríbar y Mari Mar Blanco, las víctimas dijeron que sus asistencia al pleno se debe al «respeto institucional» y por considerar que «las instituciones vascas no son propiedad de sus dirigentes, sino de sus ciudadanos». Recordaron que ETA es «una organización criminal en activo que ha ejercido el terror muchas veces gracias al manto de la impunidad que le proporcionaba un Gobierno vasco con el que siempre han compartido objetivos políticos y ante la indiferencia y el miedo de la sociedad en general», y añadieron que «media Cámara vasca, la no nacionalista, hoy mismo vive escoltada y con su seguridad y vida amenazada». «¿Con qué falta de humanidad puede el señor Ibarretxe espetar a su oposición amenazada que ETA no puede marcar la agenda política del País Vasco?», preguntaron, antes de acusarle de tener un «inmenso autismo moral».
Tras la autorizada reprimenda en sede parlamentaria, el pleno provocó un debate artificial y frío entre los partidos, animado únicamente por la intervención del popular Santiago Abascal, que puso en su discurso el sentimiento que cabría esperar cuando se está hablando de personadas asesinadas. Ni siquiera el recuerdo del parlamentario socialista Fernando Buesa por parte del portavoz socialista, Rodolfo Ares, reabrió las heridas de sus compañeros de partido, que ni se molestaron en aplaudirle. Íñigo Urkullu realizó, por parte del PNV, un forzado acercamiento a las víctimas que incluyó la petición de perdón por el olvido, que no es nueva.
El consejero de Justicia, Joseba Azkárraga, no tuvo en consideración que el protagonismo correspondíaa las víctimas y convocó a los periodistas en los pasillos para denunciar la detención de los batasunos.
En el hemiciclo hubo, por lo menos, un mínimo de consenso y todos los grupos, excepto la marca parlamentaria de Batasuna, aprobaron un pronunciamiento en el que pidieron a las víctimas «pública y solemnemente perdón por el olvido y el desamparo que han sentido y sufrido durante demasiados años». La Cámara manifestó además su «solidaridad, afecto, respeto y máxima consideración» con las víctimas del terrorismo, condenó a ETA y exigió su disolución.
Hubo también compromiso de mantener viva la memoria de las víctimas en el seno de la sociedad vasca y la apelación a los ayuntamientos a que hagan desaparecer de las calles las pintadas que ofendan y humillen la memoria de las víctimas. El consenso se rompió a la hora de pedir al Gobierno vasco que elabore un informe sobre la realidad de las víctimas del terrorismo practicado por «los grupos incontrolados, de extrema derecha y el GAL». Esta resolución se aprobó con los votos del tripartito y Aralar y la abstención del PP, que, según explicó posteriormente a ABC Santiago Abascal, prefirió mantenerse al margen de ese debate, que no era el que correspondía al día, además de tener en cuenta que la ley española contempla a esas personas como víctimas del terrorismo. Hubo, por otra parte, empate en votos a la hora de pedir la retirada del llamado plan de paz y convivencia y a la hora de pedir que se retiren las subvenciones para visitar a presos de ETA, por lo que esa votación se repetirá en el próximo pleno.
La oposición consideró como el mayor logro el que se pusiera fecha al cumplimiento de las medidas aprobadas, ya que en 2005 no se había ejecutado ninguna de las acordadas en 2003, entre ellas la celebración de un pleno monográfico dedicado a las víctimas, y en 2007 sólo algunas. EHAK intervino para decir que tenía previsto hacer su aportación al debate, pero lo abandonó por la detención de los batasunos.