Dice que no obliga a nadie a «dejar de ser lo que era para ofrecerle una identidad nacional, la catalana»
23-5-2008 – ABC (EDICIÓN CATALUÑA)
NATALIA ARAGUÁS. BARCELONA
Cataluña tiene una tradición «como país receptor de inmigrantes» de la que el resto de España carece, no obliga a nadie a «dejar de ser lo que era para ofrecerle una identidad nacional, la catalana» y muestra una «comprensión dinámica y compleja» hacia el extranjero. Todas estas bondades cantó ayer el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, en la inaguración de un encuentro de dos días con expertos de Quebec, Flandes y Escocia para intercambiar políticas de inmigración. En pleno debate sobre financiación autonómica, Carod se quejó de que, mientras el Gobierno central se embolsa los réditos del trabajo de los inmigrantes, la Generalitat y las administraciones locales apechugan con el coste de los servicios sociales que demandan. «Es posible que en el Quebec les suene esta canción», lanzó el republicano en un guiño hacia la directora general del ministerio de Relaciones Ciudadanos e Inmigración de esta región canadiense, Alida Piccola, presente en la mesa junto con la asesora del Ministerio de Integración Cívica de Flandes, Badra Djait, y el jefe de Iniciativa de Promoción de Nuevos Talentos de Escocia, Ian Kernohan. «Las administraciones subestatales sabemos de lo que hablamos y tenemos especial sensibilidad», elogió Carod, quien pidió para la Generalitat más competencias en inmigración «no por una oposición sistemática al Estado, sino porque sabemos que los intereses de Cataluña no son una prioridad para España».
Red de «naciones sin estado»
Según explicó el secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, fue en Bruselas donde representantes de estas cuatro regiones empezaron a «tejer una red de relaciones» que esperan consolidar en este encuentro. En los últimos ocho años, Cataluña ha recibido unos 900.000 extranjeros de 176 nacionalidades distintas, con Marruecos, Ecuador y Rumanía a la cabeza. De las jornadas, se espera recabar «propuestas en el ámbito de la inmigración de países que no cuentan con estructuras propias soberanas», remachó Carod.